Escenario político
La pandemia y la economía III…
Luego de que en diciembre pasado la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador comenzó paulatinamente a precipitarse, como lo vinieron a demostrar diversas encuestas, en las últimas semanas, eso ha sido más notorio, pues la forma en que vino a desestimar la gravedad de la pandemia del Covid 19, que no sólo ha desbastado a Europa y a Asia, sino también América del Norte — concretamente a Estados Unidos que es nuestro principal foco de infección–, esto ha generado un clima de incertidumbre y malestar colectivo, ante el fundado temor de la inestabilidad sanitaria, social y económica para millones de mexicanos.
Mientras que medios de comunicación europeos serios lo tachan de irresponsable y loco, quizá por la tragedia que están viviendo en carne propia, la incertidumbre en nuestro país crece y el sector privado ha estado planteando apoyos para no cerrar empresas y la respuesta de López Obrador ha sido contundente: No.
Y es que ante la crisis que ya empieza a vislumbrarse, hay voces en el sector económico y privado que demandan detener, por ahora, las tres principales otras del gobierno y el presidente les contestó: «¿De qué quieren su nieve»? Y añadió: «Ni un paso atrás, al contrario. Tenemos que reactivar la economía lo más pronto posible».
En lo que refiere a las consecuencias económicas de esta
pandemia, AMLO insistió que no seguirá «las recetas» neoliberales y
que mantendrá en pie la construcción de sus obras principales, es decir, el
Tren Maya, el Aeropuerto de Santa Lucía y la Refinería de Dos Bocas.
Como reflejo de la intranquilidad, el dólar estadounidense superó la barrera de
los 23 pesos en ventanillas bancarias y 24 en el interbancario, lo que no
ocurría desde septiembre pasado, al acumular una depreciación de casi 8 %
durante la semana.
Aun así, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), recordó que en estas situaciones siempre «hay ganadores y perdedores», por lo que incluso México podría aprovechar algunos vacíos que deje China.
«Las exportaciones chinas se reducen, ese sí es un tema, porque además la manufactura en China también se ha estancado. Entonces, si eso puede abrir un nicho de oportunidad a México y a Centroamérica, que son países manufactureros, es probable que sí, pero no tenemos todavía una cuantificación exacta”, explicó.
Además, el coronavirus crea incertidumbre en la industria automotriz mexicana por la baja en la venta mundial de vehículos y por los componentes eléctricos y autopartes de las cadenas de suministro que provienen de China, expuso Manuel Nieblas, socio líder de la industria de manufactura en Deloitte México.
Las exportaciones de vehículos ligeros cayeron a 228.184 unidades en enero, un 5.83 por ciento menos que el mismo mes de 2019, según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi). Pese a este panorama, Nieblas consideró que hay que analizar caso por caso porque la situación es diferente para las armadoras que llevan décadas en el país que para las recién instaladas.
«También es una oportunidad porque, al percatarnos del riesgo que existe de que se dé algún desabasto de algún tipo de autoparte o de material o componente, esto al final del día genera que la industria se enfoque en desarrollar proveedores nacionales, de tal forma que la proveeduría nacional cubra estos huecos», manifestó.
Por otro lado, la crisis en China ha abierto una oportunidad
en la exportación de productos agrícolas a ese país, en particular en la carne
de cerdo. Juan Carlos Anaya, director general de Grupo Consultor de Mercados
Agrícolas (GCMA), ha estimado que las exportaciones de carne de cerdo hacia China
llegarán a 60,000 toneladas este año, el doble de las 30,000 del 2019, ante la
crisis.
«En el tema del coronavirus, nosotros lo que vemos es que antes que este
traemos en China el problema de la Peste Africana, que tuvieron que sacrificar
el 40 % de sus cerdos. Y eso ha hecho que México esté exportando más cerdo y
carne, y también ya iniciará carne de res ante este problema que tienen los
chinos».
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) informó este mes que ha conseguido exportar carne bovina a Singapur, y que mantiene negociaciones con otros países de Asia, como Japón y Taiwán.
China es el segundo mayor socio comercial de México, pues el
intercambio con este país asiático representó el 9.9 por ciento del comercio
mexicano en 2018, con un valor de 91,000 millones de dólares, según un informe
de la Secretaría de Economía con datos de la Organización Mundial de Comercio
(OMC) y el Banco de México.
Sin embargo, apuntó la titular de la Cepal, a diferencia de Sur América, México
importa más de lo que exporta a la potencia de Asia, como refleja el hecho que,
de ese total, 84,000 millones de dólares fueron de exportaciones chinas, lo que
implica un déficit comercial con una razón de 12 a uno.
«Los países exportadores, por ejemplo, de productos agrícolas hacia China,
como es el caso de Sudamérica, sí han tenido una afectación importante”,
advirtió Bárcena al destacar los casos de Brasil y Chile.
AMLO acusó a los “conservadores” de buscar aislarlo para que no pueda tomar la
conducción del país. En ese sentido también dijo que se va a analizar la
situación sobre las empresas que aún no han cerrado y no han permitido a sus
empleados el confinamiento.
El presidente insiste que él no hará cuarentena y mantendrá, «de momento», sus giras, que para estos días implica la verificación de que están terminadas nuevas obras de centros de salud. Lo que sí, es que dijo que no va a convocar a ningún mitin.
La IP dice que «no hay indicios» de los ahorros por 400,000 millones que presume AMLO, ni mucho menos que tenga un plan emergente para solventar la crisis en la que estamos inmersos como consecuencia de la pandemia y que se vino agravar con la caída estrepitosa de los precios de los hidrocarburos.
Lo que es un hecho, es que la economía sigue mostrando gravísimas señales de debilidad, falta de crecimiento y estancamiento, además de que las perspectivas de bajo crecimiento de los organismos internacionales se siguen manifestando. El reto, incentivar la inversión para que se reactive la producción y se generen más fuentes de empleo, haya consumo y se crezca. Pero el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ahuyenta la inversión privada y no quiere ofrecer incentivos, ni tampoco les hace caso a los planteamientos de los gobernadores. A ver qué pasa.