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Teléfono rojo
Los debates gringos, el peso, el presupuesto y la inseguridad
La confrontación que se dio en los recientes debates entre la demócrata Hillary Clinton, y el versátil empresario y candidato republicano, Donald Trump, ha permitido que los especuladores financieros sostengan que la abogada de Harvard, va ganando la elección a la Presidencia de Estados Unidos, y por ello, aducen, que el peso se fortaleció y el pasado lunes subió 2 por ciento, a un máximo de un mes de 18.89 unidades por dólar, según datos del Banco de México.
Otros sostienen que la moneda mexicana podría debilitarse haciendo que el dólar suba hasta un rango entre los 21 y 23 pesos, si el candidato republicano Donald Trump, gana la elección estadounidense, de acuerdo con la mayoría de los economistas que participaron en una encuesta que Bloomberg realizó del 16 al 28 de septiembre. En cambio, dicen, que el peso se podría cotizar entre los 18 y 21 pesos por billete verde, si la candidata demócrata, Hillary Clinton, gana.
El peso se fortaleció más que ninguna otra moneda de las más negociadas frente al dólar, después del segundo debate presidencial en Estados Unidos, en el que ambos candidatos intercambiaron ataques, y luego de divulgarse un video donde Trump habla peyorativamente de las mujeres, sostienen analistas financieros, lo cual viene a confirmar la importancia que tiene para México que no gane Trump.
De acuerdo con encuestas que presentó ayer NBC-WSJ, Hillary Clinton aventaja al republicano por once puntos, y según Rasmussen Report, la demócrata le saca siete puntos a Donald Trump. Sin embargo, no nos podemos confiar en el hecho de que el panorama comienza a despejarse para Estados Unidos y para México, pues según apuntan las encuestas levantadas después del debate, Donald Trump parece que perderá la elección del próximo 8 de noviembre.
La situación, sin embargo, es preocupante por varios hechos: los precios de los energéticos no han subido lo suficiente, los recortes presupuestales se van a mantener y los integrantes del Congreso de la Unión van hacer modificaciones presupuestales para el año entrante totalmente diferentes a lo propuesto por el Ejecutivo Federal. Además, el clima de inseguridad en el país está creciendo nuevamente de manera vertiginosa.
Mientras tanto, la titular de la PGR, luego de comparecer ante sus homólogos senadores, Arely Gómez González, se reunió con el tiitular del Departamento de Seguridad Interna de los Estados Unidos de América (EUA), Jeh Johnson, con quien sostuvo una reunión de trabajo donde abordaron temas como migración, el Sistema de Justicia Penal en México y el tráfico Ilícito de personas y de drogas, entre otros asuntos.
En el edificio central de la PGR y acompañados por la embajadora de EUA en México, Roberta Jacobson, los titulares de la PGR y de Seguridad Interna estadounidense desarrollaron una agenda común, específicamente, en lo relativo a los procesos de extradición entre ambas naciones, el fenómeno migratorio, el tráfico y trata de personas, la puesta en marcha del Sistema de Justicia Penal Acusatorio en nuestro país y los mecanismos de intercambio de información que coadyuven a resolver la problemática que comparten en materia de procuración y administración de justicia, según se dice en un comunicado, en el que se explicó que este encuentro, forma parte de la agenda de reuniones que dan continuidad a la cooperación bilateral en asuntos de gobierno, y para tratar temas de interés para ambas naciones.
Nuestro país desde hace ya varios meses se ha convertido en una fuente de preocupación a los inversionistas nacionales y extranjeros, pues diariamente el país amanece en un verdadero baño de sangre, y las notas de secuestros, asaltos a mano armada, ejecuciones, robos a casas habitación, hallazgos de tumbas clandestinas, ataques a soldados, marinos y policías por parte de grupos delincuenciales destacan sobre las “cosas buenas o buenas noticias”.
Lo verdaderamente peligroso de esto, es que nuevamente las familias mexicanas vuelven a ser el punto de crisis. Hay hambre, desempleo y preocupación por el incremento en los precios de medicinas y alimentos. Y las remesas siguen siendo, hasta ahora, un paliativo, ante lo que se avecina.