Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
El Ejecutivo en contra de gobernadores ineficientes y corruptos, y los cambios en el Gabinete
Los gobernadores de Chihuahua, Veracruz y Quintana Roo, además de haber perdido la elección en su entidad en manos de la oposición, entre otras causas, por el repudio generalizado de la sociedad a sus corruptas acciones, han generado un grave malestar al interior del propio partido político que en su momento los postuló. Y en el Partido Revolucionario Institucional y en la Presidencia de la República hay un mensaje muy claro: pagarán las cuentas pendientes.
Ahora, el lunes pasado, la Procuraduría General de la República (PGR) presentó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), una acción de inconstitucionalidad en contra del Congreso y del gobernador de Chihuahua, luego de emitir la reforma para la creación de la Fiscalía Especializada Anticorrupción en dicha entidad, sin esperar para tal efecto la publicación de las leyes generales que establece el Sistema Nacional Anticorrupción.
Una vez terminado el análisis de las reformas realizadas por el Congreso chihuahuense, la PGR detectó “que estas contienen vicios legales, los cuales no son acordes al sentido y el fin de la reforma constitucional del 27 de mayo de 2015. Y con fundamento en lo previsto por el artículo 105, fracción II, inciso c) de la Constitución, se presentó la acción de inconstitucionalidad con el propósito de que el máximo tribunal del país revise la reforma local de dicha entidad federativa, con base en los principios y reglas de la reforma constitucional en materia de combate a la corrupción, indicó en un comunicado.
Con esta acción de inconstitucionalidad se impugna la creación de la Fiscalía Especializada Anticorrupción y eventual nombramiento de su Titular. Y lo mismo está ocurriendo con los gobernadores de Veracruz y Quintana Roo.
Coincido con Guillermo Correa y Manuel Ávalos que el Presidente Enrique Peña Nieto sea ha visto obligado a emprender estas acciones legales más por el temor a la derrota electoral del próximo año y de 2018, que por castigar a estos gobernadores que actuaron en contra de los mismos candidatos priístas y favoreciendo a los de oposición, como se ha comprobado en algunos casos y no en todos.
Peña Nieto lanzó el anuncio velado de lo que les espera a los gobernadores de Veracruz, Quintana Roo y Chihuahua: El repudio a sus acciones se suman al de la sociedad en general, para castigarlos y dar un ejemplo de que se está en contra de la corrupción galopante.
El objetivo es enviar el mensaje de que se va en serio contra la corrupción, pero no tan a fondo como se desea por parte de la mayoría de los gobernados. Por lo pronto, la Procuraduría General de la República –con el aval de la Presidencia de las República– acusó de “inconstitucionales” los hechos recientes de los gobiernos y congresos locales de los estados del sur que aprobaron recientemente leyes para dar impunidad a Javier Duarte y a Roberto Borge Angulo.
En este sentido, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, será la que, entre otras determinaciones, advierta que esos gobiernos y legisladores, dominados por los del PRI, que carecen de facultades para crear supuestos Sistemas Locales Anticorrupción, adelantándose a las leyes generales correspondientes.
Por ello, los voceros presidenciales dejaron en claro que en las demandas que se presenten en contra de cualquier gobernador por casos de corrupción, la PGR agotará todas y cada una de las líneas de investigación. Esperemos ver qué ocurre con los gobernadores de Chiapas y Oaxaca, que no han hecho nada para frenar la violencia y la creciente inconformidad en contra de esas administraciones obedece principalmente a que las demandas sociales se las pasaron por el arco del triunfo.
Por otra parte, el Presidente Enrique Peña Nieto se está tardando en hacer los cambios en el gabinete y dicen los que saben que los efectuará hasta la primera semana de agosto, cuando todos los involucrados hayan terminado de entregar las partes correspondientes al informe de Gobierno. Se menciona que habrá sorpresas ¿será?