Descomplicado
Preocupaciones por lo que viene en 2017
No hay día en que no amanezcamos con las noticias de que hubo varios descabezados, asesinatos, crímenes de alcaldes y mandos policiales. Varias personas, con las que estuve conversando, mostraron su preocupación por lo que se viene el año próximo.
Los mexicanos están preocupados porque no vayan a perder sus empleos, que se quede sin control la inflación. Todos manifiestan que desean una economía que crezca, que se frene la violencia y la inseguridad, que se acabe con la corrupción y que se le cierre la puerta la impunidad. Buenos propósitos para Navidad y Año Nuevo. Lo que es un hecho, en que la mayoría espera que los funcionarios federales, estatales y municipales estén a la altura de las circunstancias, al igual que los legisladores federales y locales, que tienen fama de ineficientes y abusivos con el presupuesto, puesto que se autorizan bonos millonarios.
En los últimos días se han publicado diversas encuestas y las respuestas ciudadanas no son diferentes, si acaso varían, en los porcentajes.
Los resultados de la tercera Encuesta de Calidad e Impacto Gubernamental (Encig), que dio a conocer en marzo pasado el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), mostraron que apenas 43.5 por ciento de los mexicanos están satisfechos con los servicios públicos, mientras la corrupción es el segundo problema que más les preocupa, sólo superado por la inseguridad.
En los trámites, pagos y solicitudes de servicios públicos realizados por los mexicanos, así como otro tipo de contactos que tuvieron con servidores públicos de áreas urbanas durante 2015, “la tasa de prevalencia de corrupción fue de 12 mil 590 víctimas por cada 100 mil habitantes, mientras la incidencia fue de 30 mil 97 actos de corrupción por cada 100 mil habitantes”, informó al dar a conocer levantada el año pasado.
El 66.4 por ciento de la población colocó a la inseguridad en el primer lugar de sus preocupaciones y, cuestionado sobre cuál era el segundo problema que más les preocupa, 50.9 por ciento de los entrevistados señalaron que la corrupción. La encuesta detalla que el índice de satisfacción que tiene la población sobre la policía fue de apenas 25.3 por ciento y la gente más expuesta a la corrupción fue la que tuvo que tratar con funcionarios de seguridad pública, pues padecieron dicho problema más de la mitad (55.2 por ciento), seguidos de quienes hicieron trámites con el Ministerio Público (23.7 por ciento).
En dicha encuesta, el estado de México duplicó la tasa de incidencia nacional en corrupción, al registrar 62 mil 160 casos por cada 100 mil, y fue seguido de Sinaloa con 58 mil 232, Chihuahua con 36 mil 472, Sonora con 33 mil 256, y Morelos con 29 mil 740. En cuanto a las víctimas, Morelos registró la mayor tasa de prevalencia en corrupción con 20 mil 92 víctimas, seguido de Sinaloa con 18 mil 144, Chihuahua con 17 mil 621, Michoacán con 16 mil 321 y Ciudad de México con 16 mil 167.
Pero también se dieron casos de corrupción en los trámites para abrir empresas (22.3 por ciento), trámites vehiculares (14.8 por ciento), permisos para la propiedad (16.3 por ciento) y, en menores porcentajes, en la instalación del servicio eléctrico, el pago de la tenencia, trámites fiscales e incluso hasta en educación y servicios médicos de urgencia.
Baja satisfacción sobre salud
Entre los servicios analizados, destaca que el IMSS perdió casi 14 puntos en el índice de satisfacción nacional, al pasar de 52.7 a sólo 38.8 por ciento entre 2013 y 2015 debido a que de todos sus componentes el que tuvo la caída más pronunciada fue el de atención inmediata, al pasar de 55.8 a 43.3 por ciento en el periodo referido, mientras cayeron entre 3 y 5 puntos los aspectos de trato respetuoso hacia los pacientes, instalaciones adecuadas así como equipo y personal suficiente.
Sobre el servicio de educación básica pública obligatoria en primaria, secundaria y bachillerato, 61 por ciento de la población manifestó estar satisfecha, pero 32 por ciento consideró que la educación mantiene su condición de gratuidad, lo que contrasta con el 58.9 por ciento que así lo pensaba en 2013. En cambio, subieron entre dos y casi 10 puntos los porcentajes de satisfacción en cuanto al cumplimiento de días de clases (81.7 por ciento) y de temarios (78 por ciento), así como de personal docente suficiente (de 66.6 a 76.2 por ciento) y acceso al siguiente nivel educativo (70.5 por ciento), pero hubo bajas en el índice de satisfacción de salones sin saturación de estudiantes, al pasar de 44.9 a 41.6 por ciento.
El índice de satisfacción sobre el servicio de agua potable a nivel nacional fue de 51.7 por ciento en 2015, contra 57.6 por ciento de 2013. Empero sólo 25.3 por ciento de la población consideró que el agua puede ser “bebible sin temor a enfermarse” y la cifra baja hasta 5.7 por ciento en Guerrero.
El alumbrado público tuvo un nivel de satisfacción a nivel nacional de 33 por ciento entre la población, sólo 20.7 por ciento está satisfecha con las calles y avenidas, y 28.9 por ciento con el transporte público.
Como se ve, hay poca variación. Por lo pronto, hay que recordar que el año entrante se inicia el año electoral y la mayoría de los mexicanos no creen en los partidos políticos, es más, los consideran una carga presupuestal innecesaria.