Visión financiera/Georgina Howard
Vamos de Socavón a Socavón, y las injusticias, en lugar de atenderse se agravan más
Nuestro país, lamentablemente, está sumido en el temor y la incertidumbre, pues vamos de socavón en socavón.
La injusticia y los problemas de inseguridad crecen y en vez de atenderse, se agravan más. Los crímenes de personas inocentes y de periodistas aumentan y no hay autoridad que pueda frenar esta ola de violencia.
Aunado a ello, el nuevo Sistema Penal Acusatorio y el Sistema Nacional Anticorrupción han demostrado que son bastante vulnerables y han mostrado que la corrupción e impunidad no va ser fácil poderla erradicar.
En el caso del nuevo Sistema Penal Acusatorio, centenares de delincuentes que se encuentran en los reclusorios, podrán regresar a las calles gozando de los beneficios que ofrece este nuevo sistema y por los errores legislativos al elaborar el Código Nacional de Procedimientos Penales, pues muchos de los delitos que eran considerado como graves y tenían penalidades altas, a los legisladores se les “olvidó” incorporarlos tal cual.
En cuanto, al Sistema Nacional Anticorrupción, este comenzará a funcionar en unos días sin tener un Fiscal General Anticorrupción ni tampoco a sus magistrados, por lo que no parece correrles prisa a los legisladores para elegirlos pues iban a convocar a un periodo extraordinario de sesiones pero fue cancelado. Por allí dicen que hasta que se roben el último quinto que se destinará a las campañas, podrán en operación el nuevo sistema de control de los recursos públicos
Esos dos sistemas que fueron anunciados como las armas que necesitaba el gobierno para ir cortando de raíz aquellos cánceres que tanto daño le han hecho al país — y que ahora, según dijeron, sí se les iba a combatir frontalmente–, no pasó de ser un “buen propósito” porque como se ve, las cosas siguen igual y no se ve que vayan a cambiar en el corto plazo.
Uno de los ejemplos más emblemáticos es el del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, quien seguramente una vez que llegue al país sea internado en un penal federal, en cuestión de días o semanas podría alcanzará la libertad bajo fianza y enfrentará su proceso en la calle porque de los delitos por los que se le acusa en el nuevo Sistema Penal Acusatorio no son considerados graves, salvo el de delincuencia organizada.
La PGR informó que el gobierno del estado de Veracruz, solicitó la colaboración de esa institución, para añadirse a la solicitud la extradición de Javier Duarte de Ochoa –por contar con dos órdenes de aprehensión libradas por el Juez de Control del Juzgado de Proceso y Procedimiento Penal Oral del XI Distrito Judicial de Xalapa, Veracruz–, por los delitos de abuso de autoridad, incumplimiento de deber legal, peculado, tráfico de influencia y coalición.
Por otra parte, el escándalo por la muerte de dos personas que cayeron en el socavón que se formó en el Paso Exprés de Cuernavaca, Morelos, se suma a la serie de problemas en los que la administración de Enrique Peña Nieto, ha estado envuelto durante su sexenio y que indudablemente de una u otra forma repercutirán en las preferencias electorales de 2018.
Lo que se ha demostrado, hasta ahora, además de la imperdonable negligencia oficial, es que los gobiernos federal y del estado de Morelos construyeron ese tramo carretero a toda prisa, permitiendo que la constructora concesionada cometiera actos de corrupción, haciendo las cosas con las patas y utilizando material de mala calidad.
Al gobierno de Peña Nieto no sólo le ha causado un daño irreversible de credibilidad, los actos de sospecha de la llamada “casa Blanca”, con la resolución del caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y recientemente el de espionaje contra periodistas y activistas. Ahora es está catastrófica falla en la vía de comunicación inaugurada hace apenas cuatro meses y que afecta a miles de mexicanos en estas vacaciones de mediados de año.
Desafortunadamente para el Presidente Peña Nieto y su gabinete, el incidente carretero que provocó la indignación de los ciudadanos ante la evidente corrupción que lo envuelve, podría no ser el último problema que enfrente su gobierno, sobre todo, si se toma en cuenta la cercanía del inicio de la carrera por la sucesión presidencial en la que, como quedó demostrado en las pasadas elecciones de junio, López Obrador, el PAN y el PRD serán serios adversarios y más si utilizan como argumento que muchos colaboradores del actual gabinete serán llevados a la cárcel por ineficientes y corruptos.
Cuando llegue el momento, no extrañará a nadie que los adversarios del Partido Revolucionario Institucional echen mano de todos aquellos casos que hayan dejado mal parado al gobierno federal a lo largo de seis años. Veremos.