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CIUDAD DE MÉXICO, 14 de junio de 2023.- Con el propósito de reconocer, proteger y promover la dimensión espiritual de los pueblos y comunidades indígenas, los Institutos Nacionales de los Pueblos Indígenas (INPI) y de Antropología e Historia (INAH) firmaron un convenio de colaboración para sentar las bases para el reconocimiento de los derechos, la identidad cultural y los territorios de los Pueblos Wixárika, Náayeri, O’dam o Au´dam y Mexikan.
El objetivo del convenio es establecer las bases generales y mecanismos para el desarrollo de medidas y acciones coordinadas entre ambas instituciones para el reconocimiento, respeto e implementación de los derechos de los pueblos indígenas y afromexicano, en particular para el reconocimiento, protección y preservación de su patrimonio cultural.
Busca también implementar acciones coordinadas tendientes a reconocer, respetar y garantizar la cultura e identidad de los pueblos indígenas, particularmente el derecho sobre su territorio tradicional, lugares sagrados y rutas de peregrinación, fortaleciendo con ello su relación cultural y espiritual.
En ese sentido, el director general del INPI, Adelfo Regino Montes, aseguró que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido muy enfático en poner en el centro de la transformación nacional a los pueblos y comunidades indígenas.
“Si bien es cierto, como lo ha señalado el presidente, que en esta transformación debe haber una dimensión material en términos de las obras y acciones, también debe haber una dimensión espiritual y cultural”, aseveró.
Además, Regino Montes señaló que el Decreto sería histórico e inédito porque no hay en la experiencia jurídica del país un Decreto de esa naturaleza y sentaría un precedente en el derecho nacional e internacional.
Dijo que el convenio no hace más que formalizar el trabajo que ha venido realizado el INPI y el INAH de manera conjunta “y estoy seguro que va a fortalecer nuestras capacidades institucionales para materializar la demanda de los pueblos Wixárika, Náayeri O´dam o Au´dam y Mexikan”.
En ese mismo tono, el director del INAH, Diego Prieto Hernández, señaló que el Decreto tiene la tarea de reivindicar la voz, la particularidad, fuerza histórica, cultural y espiritual de los pueblos indígenas y la diversidad cultural, étnica y lingüística de México.
“Ahora estamos en la búsqueda de un México con justicia, subrayando la diversidad y pertinencia cultural de un México igualitario, que deje atrás un modelo que proponía el utilitarismo, el provecho personal, la acumulación de capital en donde prevalece el mercado como los únicos valores posibles”, mencionó.
Añadió que sentar las bases para el reconocimiento de los lugares sagrados, implica reconocer y recuperar la idea de la comunalidad; la idea del bien común, las lealtades a la comunidad como elementos que nos enseñan las comunidades indígenas.
“Estos tiempos coinciden con la emergencia de los pueblos y no podemos dejar la responsabilidad y el cambio en una sola persona y ni siquiera a un gobierno, es una tarea de todos, sobre todo del pueblo organizado, quienes defienden sus derechos, su patrimonio, sus territorios”, afirmó.
Por ello, Prieto Hernández celebró la nueva visión del INPI, diferente a toda la tradición del indigenismo de la visión integracionista, que pensaban que la solución era asimilar a los pueblos indígenas a una sociedad nacional homogénea, unicultural y oficialmente mestiza.
Reconoció el trabajo del INPI en los planes de justicia que se han ido multiplicando “en donde más que una acción paternal del gobierno hacia los pueblos lo que se busca es que los pueblos sistematicen sus demandas y la reivindicación de sus derechos”.