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CIUDAD DE MÉXICO, 29 de abril de 2020. — En la Encuesta Mundial de la Confederación Sindical Internacional (CSI) sobre el Covid 19, se ponen de relieve importantes brechas globales en cuanto a la protección de los trabajadores.
Conforme se van levantando las medidas de confinamiento, con la reapertura parcial de lugares de trabajo, conviene destacar las disposiciones adoptadas por gobiernos y empleadores para proteger a los trabajadores frente al Covid 19 al irse reincorporando al trabajo. Los sindicatos en tan solo uno de cada cinco países (21 por ciento) califican las medidas adoptadas para proteger a los trabajadores de la propagación del virus como buenas. En la mayoría (54 por ciento o 58 países) las medidas de protección adoptadas se consideran regulares. En 26 países (24 por ciento) las medidas de protección adoptadas se consideran malas.
Los resultados de la tercera Encuesta Mundial de la CSI sobre el Covid 19 –realizada entre el 20 y el 23 de abril de 2020 y en la que participaron 148 sindicatos de 107 países, incluyendo 17 países del G20 y 35 de la OCDE– ponen de relieve las brechas existentes en cuanto al acceso a lugares de trabajo seguros y las preocupaciones globales respecto a la aportación de equipo de protección personal para el personal sanitario y de cuidados.
“Preparar a los trabajadores para un retorno seguro al trabajo, en consulta con los sindicatos, es un paso crítico en la respuesta a la pandemia del Covid 19.
Los trabajadores necesitan que el coronavirus se reconozca oficialmente como enfermedad profesional y que los Gobiernos exijan que se registren y se informe sobre los casos relacionados con el trabajo, además de establecer sistemas de compensación y la aportación de cuidados médicos para las víctimas de COVID-19 que hayan contraído la enfermedad en el trabajo y para sus familias.
A nivel mundial, la salud y seguridad en el trabajo debe ser incluida por la Organización Internacional del Trabajo como un derecho fundamental, con normas internacionales destinadas a proteger a los trabajadores”, indicó Sharan Burrow, secretaria general de la Confederación Sindical Internacional.
En las Américas en 44 por ciento de los países se piensa que las medidas para garantizar lugares de trabajo seguros son malas, y en África en 41 por ciento de los países se considera que la seguridad en los lugares de trabajo es mala. Tan sólo en 25 por ciento de los países de Europa se califican las medidas adoptadas para proteger a los trabajadores de la propagación del virus como buenas.
Aunque muchos países siguen teniendo que hacer frente a elevados niveles de contagios y fallecimientos, la escasez de equipo de protección personal (EPP) para el personal sanitario y de cuidados es un problema grave en la mayoría de los países.
Menos de la mitad (49 por ciento) de los países indicaron que se dispone siempre o a menudo de suministros adecuados de EPP para todo el personal sanitario y de cuidados que está respondiendo al virus. En 51 por ciento de los países indicaron que los suministros de EPP resultan en ocasiones, rara vez o nunca adecuados, poniendo de manifiesto los riesgos a que se exponen millones de los trabajadores sanitarios y de cuidados que están en primera línea respondiendo a la pandemia.
Trabajadores y trabajadoras en primera línea, incluyendo personal sanitario y de cuidados, están arriesgando sus vidas para cuidar de pacientes afectados por el Covid 19. Los fallos en el suministro adecuado de EPP hace que tanto trabajadores como pacientes y la comunidad en general están corriendo riesgos innecesarios, lo que condujo a la presentación de una demanda del sindicato de enfermeras New York Nurses Association, en los Estados Unidos.