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CIUDAD DE MÉXICO, 30 de marzo de 2020. — Albañil, azulejo, pintura, resanes, se destapan cañerías, tasas, lavaderos, plomería y gas en general, se alcanza a leer en los anuncios que están sobre la banqueta de la calle Monte de Piedad, a un costado de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, donde los trabajadores tienen hasta un mes sin chamba.
Roberto de Jesús Pacheco tiene 50 años de edad, y desde hace 28 años se dedica a la albañilería, por lo que con todo y la Fase 2 de la pandemia del coronavirus Covid 19, no pierde el ánimo de mantenerse disponible para que lo contraten de forma eventual en el Centro Histórico.
“Antes sí había trabajo, ahora la situación se ha puesto más dura y más con la contingencia que estamos ahorita”, comparte a unos cuantos pasos del Palacio Nacional.
“Con lo que está pasando del coronavirus realmente ha bajado mucho el trabajo, ya se ve muy poca gente y casi no vienen a solicitar nuestros servicios”, refiere el trabajador, quien llega de lunes a sábado desde la alcaldía Álvaro Obregón, donde vive con su esposa y tres personas más que dependen de sus ingresos.
“Ya tiene más de un mes, más de un mes que no he trabajado y esta es mi única fuente de trabajo y soy el único que provee en la casa”, comparte Roberto de Jesús.
Asegura que el ánimo no lo pierde, porque entre los ocho compañeros que se pusieron este lunes en ese punto del Centro de la Ciudad para trabajar, salen adelante con apoyo mutuo y compañerismo.
Explica que acudió a las oficinas del Gobierno capitalino para ver las posibilidades de solicitar algún apoyo o crédito, del que se ha anunciado para hacer frente a la crisis económica por la pandemia del coronavirus, sin embargo, no fue posible por la Jornada Nacional de Sana Distancia y cierre de oficinas públicas que se prevé al menos, hasta el domingo 19 de abril.
“Queríamos una ayuda, pero nos dijeron que ahora está cerrado todo y a seguir esperando, a ver si la gente se apiada de nosotros porque también está de la canción aquí en el trabajo, pero seguimos echándole muchas ganas a pesar de lo que está pasando”, afirmó convencido con una sonrisa.
Un caso similar comparte Eulogio Alejo del Ángel, originario de Veracruz, pero vecino de la alcaldía Venustiano Carranza, quien por décadas se ha dedicado a realizar trabajos de albañilería y plomería.
“Nos ha ido mal, no ha habido trabajo, si de por sí estaba caído todo, ahora estamos en ceros, ya tiene casi 15 días y eso que no era mi trabajo, me invitó un compañero, mío ya tiene más de un mes que no he agarrado trabajo”, relata este trabajador que tiene casi 40 años formándose con su letrero en el mismo punto de la Ciudad de México.
Recuerda que durante la pandemia de la influenza AH1N1 en el año 2009, si bien le tocó padecerla fue en menor medida, puesto que pese a las restricciones sanitarias mantuvo trabajos con los que logró sostener a su familia.
Eulogio comenta que hay personas que han decidido buscar otra fuente de ingresos, y ya no acuden a un costado de la Catedral para ofrecer sus servicios en mano de obra, porque con la baja en el flujo de gente, “aquí el trabajo, ahorita como está, es muy difícil mantener una familia”.