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CIUDAD DE MÉXICO, 14 de abril (Quadratín México).- El cardenal Norberto Rivera, Arzobispo Primado de México reconoció que la Iglesia católica atraviesa por un momento de crisis y oscuridades, por lo que es necesario para superarlo remar en una misma dirección y de trabajo sin coartar el sano pluralismo.
Durante su homilía dominical aseveró que “todos los que navegamos en la misma barca eclesial debemos evitar a toda costa remar cada quien por su lado”.
En la catedral metropolitana, el religioso reconoció que “hemos creado conciencia de que estamos en la etapa de la iglesia peregrina y no en la iglesia triunfante. A nadie podemos ocultar las crisis y oscuridades que nuestra Iglesia sufre mientras esta en camino, pero tampoco podemos ocultar las luces y la firmeza que la iglesia recibe del resucitado. Obedezcámoslo lanzando las redes con la seguridad de que encontraremos peces en abundancia”.
Por su parte, Norberto Rivera consideró que los creyentes “estamos convencidos de que, en medio de la penumbra -que no es de crepúsculo, como creen los pesimistas, sino de amanecer- es el Señor quien sigue dirigiendo las operaciones de pesca, desde la orilla inalterable de la eternidad”.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) reconoció que algunos miembros de la Iglesia no han actuado “de forma coherente y es entonces cuando la sociedad, los medios de comunicación y analistas nos critican, porque debiéramos actuar con coherencia respecto a la fe; sin embargo, en otros casos se nos ataca injustamente.
“No podemos negar los errores, las limitaciones de la gente de la Iglesia, pero no debemos nunca generalizar, la Iglesia es mucho más grande que las pequeñas heridas que lleva, por eso se requiere que tanto los medios de comunicación y la opinión pública, logren siempre una visión objetiva, equilibrada, que responda a la verdad que nos permita tomar decisiones adecuadas y vivir en libertad” de acuerdo con el CEM cuya postura se difundió en el Semanario Desde la Fe.
Por ello, el CEM se propuso en los próximos tres años como meta mantener un diálogo permanente con el gobierno y con las organizaciones civiles, así como una dinámica de comunicación eficiente con los medios de comunicación.
En la homilía se rezó por todos los pueblos, en especial por las dos coreas para que en el diálogo y en el entendimiento, perdón y amor, encuentren una solución pacífica a sus diferencias.
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