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CIUDAD DE MÉXICO, 7 de febrero de 2021.- A casi un año de que inició la actual pandemia de Covid 19, la Iglesia católica reflexiona sobre el tiempo que la sociedad aprovechó para mostrar amor y a la par, las veces que lo desperdició.
“¿Cuántas oportunidades hemos tenido durante esta pandemia para mostrar amor y fraternidad?, ¿y cuántas veces las hemos desperdiciado?”, cuestionó en el semanario Desde la fe.
Al hacer un llamado para que cada uno de los actores sociales haga una autoevaluación de su comportamiento durante el confinamiento, la Arquidiócesis lamentó que, ante un alza en la cifras de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos, la demanda de oxígeno originó encarecimiento o los fraudes a través de páginas de internet.
Al respecto, señaló dos perspectivas que reflejan en cierta medida el comportamiento social durante la pandemia.
“Por un lado, lo malo: el abuso de algunas personas, que aprovechan la situación que viven quienes se encuentran desesperados por conseguir un tanque o una recarga para lograr salvar la vida.
Profeco ha reportado la sanción de negocios que recargan los tanques a medias, abusan en el precio o venden oxígeno falso, mientras que la Policía Cibernética ha cancelado cientos de perfiles en redes sociales que se han dedicado a estafar con la venta de estos artículos.
A eso se suman las personas que ya no regresan los tanques o que los conservan aunque no los necesiten. Y qué decir de quienes han conformado mafias de revendedores o criminales que asaltan a los transportadores de oxígeno o entran a robar a los hospitales”, mencionó.
Y por otro lado, también celebró la iniciativa de empresarios que han comprado más tanques de oxígeno para la atención en hospitales o el préstamo a personas que lo requieren en casa. A quienes han cedido sus equipos para que sean utilizados por personas que lo necesiten o por hospitales que carecen de ellos.
Recordó que el viernes pasado se celebró por primera vez el Día Internacional de la Fraternidad Humana, en el cual el Papa Francisco lanzó un fuerte y claro mensaje: “O somos hermanos o se viene todo abajo. Es la frontera. La frontera sobre la cual tenemos que construir; es el desafío de nuestros tiempos. Fraternidad quiere decir mano tendida, fraternidad quiere decir respeto. Fraternidad quiere decir escuchar con el corazón abierto”.