Cuestión de confianza/Salvador Guerrero Chiprés

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y con ella el gobierno federal, han fallado hasta el día de hoy en ser convincentes al establecer contundente y claramente la relación entre el aumento de las gasolinas y el control del deterioro de las finanzas públicas.

De no hacerlo, sin acompañamiento de operativos muy eficientes de control de crisis, la determinación audaz parecerá únicamente impertinente y lesiva al interés general como arrojar más gasolina al fuego.

Aunque el titular de la SHCP, José Antonio Meade, atendió las sugerencias de su staff y la instrucción de la Presidencia de la República, de dar espacios para el diálogo con informadores del segmento ideológico representado por ejemplo por Carmen Aristegui y aparecer relativamente abierto a los cuestionamientos, su amabilidad no parece acompañada con claridad suficiente de argumentos y líneas de fuerza apropiadas para expresar o generar algún clima que atempere la irritación generalizada por un incremento esencial inevitablemente relacionado con aquellos registrados en los años 80 y 90.

Los bloqueos, 22 de los cuales fueron desmantelados la noche de este lunes por la Policía Federal, podrían ser el inicio de una marea de inconformidad combinada negativamente con un conjunto de expectativas pesimistas que tratará de exorcizar, si se me permite el verbo, probablemente de manera limitada, dada la pluralidad de su composición, la Conferencia Nacional de gobernadores (Conago) y la cual se reunirá este 9 de enero para fijar su posicionamiento.

A todos los partidos interesa ganar elecciones este año y tratar de evadir su responsabilidad en la aprobación del presupuesto que está detrás del aumento al combustible.

El PRD y Morena realizaron manifestaciones significativamente poco atendidas, en consideración al tamaño del descontento circulante socialmente en particular en su expresión digital, en la capital del país. Mientras, la reacción de transportistas parece más contundente y radical.

El 20 de enero al iniciarse la presidencia de Donald Trump y llegar a más certezas sobre el comportamiento probable de su gobierno, ya tendremos más claro el panorama de la inconformidad y la incertidumbre con que inició el 2017.

Para entonces también sabremos si en la recuperación del aumento en el precio promedio del petróleo mexicano pueden encontrarse señales de una confianza que es necesario construir solamente si está fundada en políticas fiscales claras y apropiadamente comunicadas.

Estamos atentos a recibir y valorar definiciones coherentes de la clase política, demostrativas de una absoluta contención del desorden y la incompetencia administrativa y basadas en la expectativa de un comportamiento futuro de los actores económicos que deje espacio a los sucedáneos del optimismo.

Los detalles del auto regalo de los Iphone 7 de 20 mil pesos para los consejeros del INE, privilegiados entre los privilegiados, menores como son en el volumen general del gasto, no son para nada buena señal de la austeridad indispensable de la época.

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