Visión financiera/Georgina Howard
El twitt de AMLO y la huelga en La Jornada
“Prefiero no comentar el tema”, dijo Judith Calderón, secretaria general del Sitrajor, el sindicato de La Jornada. La entrevistaba en radio Sergio Sarmiento.
El tema de referencia era el twitt de Andrés Manuel López Obrador en el cual el líder nacional de Morena se pronunciaba en apoyo a la directora general de ese diario Carmen Lira, en el contexto del movimiento huelguístico que estalló el viernes.
Aquel concluyó, como se sabe, con compromiso de las partes para platicar de qué manera ocurren los ajustes a la baja del contrato colectivo de trabajo en un mercado que ha vulnerado a la prensa convencional y ha hecho evidente la necesidad de visiones nuevas sobre lo periodístico, lo empresarial y lo sindical.
El twitt parecería una nimiedad. De no ser por cierto debate dentro de las diversas expresiones de izquierda, incluida aquella de que participan la mayoría de los jornaleros y de los sindicalizados en particular, y de muchos otros que mantenemos posiciones progresistas sin ser integrantes de partidos. Era un debate acerca de la pregunta ¿por qué no pronunciarse simplemente a favor de la solución del conflicto solamente?
O ¿por qué no pronunciarse por los trabajadores? o ¿qué implicaciones puede tener que un líder de la dimensión de AMLO se pronuncie por uno de dos contendientes centrales en un conflicto en el cual, en el ideario de cualquier izquierda, es importante la manera en que los trabajadores, o su representación mayoritaria, legítima y legal se define ante un tema delicado? Es importante expresar solidaridad al diario por supuesto y a las partes, se concluiría.
AMLO es la única opción a la vista para muchas fuerzas progresistas y de izquierda. Incluso lo es, o puede serlo, para empresarios y clases medias que advertimos la necesidad de terminar con corruptelas generalizadas y ausencia de consistencia en el discurso y en la práctica de las instituciones.
Las opciones ante AMLO están siendo constituidas con adversarios de las fuerzas democráticas, por enemigos de él que omiten defender las políticas sociales y los derechos de los trabajadores; ellos están construyendo “frentes amplios” con personas que simpatizan con golpear a los sindicatos democráticos, los muy pocos que sobreviven, pero de enorme significación, en este caso en lo periodístico y a nivel nacional, como el Sitrajor.
De ahí la importancia de advertir que ese pequeño mensaje no debe ser ignorado ni exagerado.
AMLO es una referencia de enorme importancia. Lo es La Jornada y el Sitrajor. La comunidad de La Jornada es extraordinaria y entrañable. Hay poder y hay convicciones, así como hay excesos y fundamentalismos, disposición a cambiar y resistencia al cambio.
En La Jornada inició un diálogo. Ese diario, esa intensa comunidad, ha sido y es útil al periodismo y al país en una medida y forma que requieren revisión.
La complejidad de las izquierdas, de los movimientos sociales, de las opiniones de las clases medias y de los empresarios merece la claridad en cada pronunciamiento de una figura como la de AMLO, especialmente cuando se trata de trabajadores, que carecen de fama o influencia individual frente a quienes decidieron no acompañar la huelga por las valoraciones que hayan sido.
Enfrente existe la probabilidad de una gran transición política en 2018 que requiere el acompañamiento y actualización de esa histórica propuesta periodística y financiera que es La Jornada, así como el mayor y más inteligente escrúpulo de los liderazgos de los sindicatos como el Sitrajor y de los de los partidos políticos con un poderoso componente de izquierda como el de Morena y los cuales son respetados y muy observados en el proceso que ha iniciado hacia el 2018.
Por ello me parece que la respuesta cauta de Judith Calderón a Sarmiento, es un detalle ejemplar de cuidado que, como el twitt de AMLO, pudiera ser síntoma de nuestras cualidades y de nuestras inclinaciones, todas ellas siempre mejorables.
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