![](https://mexico.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2025/02/ngugi_wa_thiongo-foto-escritores.org_-107x70.jpg)
Juego de ojos
Medio misterio
Todos queremos compartir un proyecto de progreso nacional con un liderazgo que sea competente, honesto y tenga el carácter para adoptar las definiciones que requiere la problemática nacional.
Enfrente tendremos dos y solamente dos opciones: aquella que nos sugiere que es mejor apostar con fuerzas conservadoras y otra que se presentará o representará a fuerzas progresistas.
Es por ahora un misterio a medias cuál de las tres principales candidaturas podrá ocupar cada uno de esos espacios.
Intensificada por los sismos y la desventura previa de la violencia política y social, nuestra desazón no va a encontrar fácil aliciente en el comportamiento post 19s de los políticos más poderosos y tampoco será fácil identificar de entre esas candidaturas a la más apropiada.
En cuanto nos distraemos y luego de la tristeza, la impotencia, la solidaridad y la tragedia, en ese instante, se rehace el escenario de andadas y gestos que los representan y que repudiamos. Juegan al golf, se enojan porque critican la corrupción, uno que otro renuncia, a otros los persiguen, otros nadan ‘de a muertito’ o simulan ser líderes candidateables.
No resuelven.
Al mismo tiempo, los datos de las encuestas recientes nos indican, por ahora, que AMLO, Margarita Zavala y el candidato de la alianza del PRI estarán más cerca de la disputa final del 2018. Otras voces insisten en el frente PAN PRD lo cual está por confirmarse con datos medibles y comparables.
¿Vendrá de alguno de ellos el liderazgo para una restauración ética?
¿De dónde vendrán disciplina, eficiencia, sensibilidad y emoción pública?
El electorado puede vencer la tentación que implicará la probabilidad de dispersar el voto entre una docena de opciones de las cuales el 75 por ciento carece de probabilidad alguna.
Lo conseguirán si los dos principales contendientes funcionalizan su posicionamiento, sus alianzas y desmontan las reservas del camino.
Otra vez serán de un lado AMLO y el principal contendiente capaz de vencerlo. A diferencia de 2006 y 2012 ahora nadie sabe con certeza que hará el PRI.
A diferencia de otros años la competencia se hará con adversarios expertos en el otro y con múltiples actores del primer nivel cautelosamente distribuyendo información entre una y otra para mantener una probabilidad de sobrevivencia pase lo que pase.
Ojalá que tengamos todos lo necesario para salir del derrumbe de la vida pública advertida en el México actual.
La ciudadanía también quiere escaparse del derrumbe de las elites y de algunos de entre ellas que nos quieren ‘salvar’. Pero pues estar tentada a desperdiciar su voto o no sufragar…de nuevo.
confianzafunda.mx