Doble rasero del populismo: Trump, AMLO y la manipulación de los nombres
AMLO: la paloma cervantina
Quienes simpatizan con Andrés Manuel López Obrador, no encuentran ninguna tontería en su pausado seguimiento de la paloma en el callejón del maravilloso Guanajuato en donde, mediante el Festival Cervantino en curso, se recuerdan los 400 años de ausencia física de Miguel de Cervantes.
Tampoco lo hallan “hilarante”, según adjetivo de un encabezado de SDP.
Quiénes consideran el sólido posicionamiento público positivo de AMLO como cuestionable o, motivo de broma, bienvenida por supuesto en la esfera pública de la red libérrima, aprovecharon para editar con un detalle el video: adjuntaron a la paloma el letrero de “presidencia” o sustituyeron a la paloma por una evasiva urna con el número 2018, la cual se le escapa como la paloma como se aprecia en el video.
AMLO es ahora un personaje de la historia de México con casi 63 años de edad, siete menos que Donald Trump, 14 más que Margarita Zavala y 16 más que José Antonio Meade.
En el video, vemos a un “hombre grande” o, corrijamos, “un hombre mayor”, que abraza a otros como a sus hijos a juzgar por las fotografías de amigos y candidatos y que parece fascinado por la paloma y con su propia imagen de aquello que persigue, en mi opinión, una cercanía con algo que se escapa, que debe ser dejado libre en algún lugar de la memoria, quizá en la infancia.
Desde el punto de vista de la pirámide demográfica mexicana, muy cerca de ser un hombre de la tercera edad, AMLO comienza a ser parte de la minoría concentrada en un grupo etario. Ello es relevante, frente a publicaciones recientes que privilegian el énfasis en el voto de quienes nacieron en los años 90 del siglo pasado o en el 2000 para efectos críticos en la elección del 2018.
Tan relevante como eso es que los últimos 20 años, la imagen de AMLO podría haberse osificado entre muchos que aun polarizan su opinión frente a él. Muchos de ellos en posiciones de poder y en los medios de difusión que lo han conocido y que encontrarán en la variable edad un tema de discusión, además de su atribuido dogmatismo.
La clave posible de la victoria de cualquiera de los mencionados personajes es cómo se acercan a los otros grupos etarios, tanto como sociales.
El video es tan sencillo y espontáneo que es difícil que haya sido concebido como parte de alguna estrategia de acercamiento con audiencias distintas a aquellas altamente politizadas y de los grupos etarios que mayormente tienden a simpatizar con el político tabasqueño. Estos se ubican actualmente entre personas mayores a 35 años.
La confianza es un instrumento social para simplificar la complejidad de los intercambios personales, contractuales, políticos. Es indispensable que sobre su base se piense y actúe para construir una imagen pública o reposicionarla en cada circunstancia.
AMLO, como todos los indicados arriba, cuenta con un importante capital político pero también de una cierta confianza social.
El tema de las campañas será como extenderla a los otros sectores poblacionales, especialmente, los cautelosos y los vacilantes, un segmento tremendamente importante del electorado y que, como se ha demostrado, no es fácil convencer.
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