![](https://mexico.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2021/11/armas-sre-107x70.jpg)
Teléfono rojo
CDMX, el ejemplo de la estrategia de desarme
@guerrerochipres
El programa Sí al desarme, sí a la paz impulsado por el gobierno de la Ciudad de México significó, en los últimos dos años, un poderoso instrumento para el proceso de pacificación, que permitió establecer un récord en armas canjeadas y ser ejemplo para replicarse en entidades asoladas por la incidencia en homicidios dolosos.
El estímulo para la participación civil está, en parte, en el cambio de las armas por dinero o por juguetes didácticos, y por otra, en las repercusiones positivas en el número de delitos registrados.
El reporte DISÍ del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México revela una caída del 39% en los homicidios dolosos en febrero de este año en comparación con el mismo mes de 2019, y una disminución de 61% en las lesiones dolosas por disparos de arma de fuego en el mismo periodo.
El simbolismo de este programa de desarme está en la capacidad de coordinación y articulación de diferentes instancias, tanto de gobierno local como de la sociedad. La estrategia fue y es fomentada por la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, y la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez.
En ella suman esfuerzos y capacidades el Ejército, la Guardia Nacional, los alcaldes, la Iglesia Católica y organismos ciudadanos como el Consejo.
Pero lo simbólico es la participación civil, que tan solo en 2019 impuso un récord en el número de armas canjeadas, con más de 4,700, cuya destrucción generó cerca de 4 toneladas de material ferroso con el que se creó la escultura Molino para la Paz, develada este martes en el cruce de Manuel González y Paseo de la Reforma.
El programa abona a la construcción para la paz, es una estrategia acorde con las expresiones del nuevo régimen: en la pacificación del país no es necesario aplicar el mismo nivel de fuerza que los grupos criminales.
Una ciudad segura se construye con la participación, convencida y voluntaria, de los ciudadanos. Y esa es la razón del éxito de Sí al desarme, sí a la paz.
Ahora, el ejemplo del desarme en la CDMX se extenderá a otros estados golpeados por los homicidios dolosos, como Guanajuato, Jalisco, Edomex, Chihuahua, Zacatecas.
En el país, la posesión de armas de fuego en la sociedad civil está irremediablemente ligada a los índices delictivos, desde la resolución violenta de conflictos personales hasta el al aumento en los crímenes de grupos delictivos.
La estrategia de desarme es una parte del todo en la pacificación de la sociedad, es el elemento simbólico que mueve a la ciudadanía a adherirse a un programa y a creer en él.
El ejemplo está ahí. La implementación adecuada en el resto del país es tarea conjunta.
La paz no se gana con una guerra al crimen. Se construye en el pleno entendimiento de las causas que generan la violencia y con la plena convicción del trabajo colectivo.