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Escenario político
Estabilidad, en la agenda ciudadana
@guerrerochipres
En aparente contraste con la polarización, por otra parte más retórica que social, el valor de la estabilidad ha adquirido relevancia.
La ciudadanía aspira a mantener trato y convivencia sanos con el entorno. Tiende en general a distanciarse de los polos ideológicos o partidistas, y busca la confirmación cotidiana de valores identificados desde la mitad del siglo pasado como predominantes entre los mexicanos especialmente el respeto y la tolerancia.
Superado el momento de mayor crispación por la disputa electoral, los resultados han derivado sin sobresalto en la toma de posesión democrática de gobernantes de diferente signo político, aunque no ha desaparecido de la agenda la vocación adversarial y legítima, a su modo, de medios de difusión o de actores políticos entre sí y ante los actores no partidistas.
La atención ciudadana, sin embargo, luego de 19 meses de pandemia, se concentra en salir de la crisis de salud y económica, y transita hacia otros valores y preocupaciones. Entre ellos, hemos detectado en el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, la salud emocional, el rechazo a la violencia de género, la defensa del espacio familiar y la inclusión de las diversidades. Todos, aspectos básicos para una sana convivencia y desarrollo.
Empleo, ingreso o seguridad, que den viabilidad a la familia, son parte de estas metas que están en las preocupaciones centrales de la ciudadanía, que ahora las valoran por encima de la confrontación. Las nuevas y previas fragilidades se superan con trabajo en conjunto de la sociedad.
En este tiempo de inclusión, el Presidente Andrés Manuel López Obrador aprovechó la fecha de celebración de 200 años de consumación de la Independencia de México, para resaltar la gesta nacional, pero poner énfasis en las relaciones con el mundo, a partir de similitudes y fraternidad universal.
“Nos declaramos partidarios de la paz, de la soberanía y del amor. Aunque no olvidamos, sostenemos que es tiempo del perdón y del respeto mutuo”, dijo el mandatario. Su lectura del humor predominante puede ser debatible, pero no deja de ser intuitivamente correcta y de estar alineada con valores identificados desde hace décadas como los más importantes para los mexicanos.
Las y los ciudadanos no pueden ni deben dividirse en bandos cuyos extremos en última instancia parecen estimar como indispensable la derrota o anulación simbólica del otro.
Nuevamente es tiempo de trabajar por el bien común. Ni en el país ni en la Ciudad de México, gobernada por Claudia Sheinbaum, existe mejor propuesta que la recuperación de oportunidades para crecer con menos desigualdad.
La construcción de una ciudadanía participativa, tolerante, inclusiva es central a esa propuesta como lo es la estabilidad en salud, ingreso y educación.