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Escenario político
Extorsiones, otra realidad
La alta probabilidad de que una extorsión quede en tentativa lleva a los delincuentes a trasladar sus estrategias hacia otras modalidades y espacios.
Hace 30 años, cuando este delito comenzó a perpetrarse, la capital nacional fue considerada el epicentro, y el engaño con el secuestro de una hija o hijo o las amenazas de daño los modus operandi más comunes.
Hoy, los datos sistematizados, los reportes ciudadanos y la estrategia de seguridad revelan una realidad distinta: en la Ciudad de México disminuyó la extorsión y se profundizó la persecución de extorsionadores.
Las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública revelan una baja de 64% —2022 vs 2019— en extorsiones en la CDMX. Las 113 denuncias representan un 3.4 por ciento del total nacional. Mientras prácticamente el 70 por ciento de los casos se concentran en seis entidades.
El Estado de México, con mil 258 carpetas de investigación abiertas este año, encabeza las extorsiones en el país —y significan el 38% del total—, seguido de Veracruz (259), Nuevo León (237), Jalisco (190), Zacatecas (177) y Guanajuato (167).
Las estrategias impulsadas en la Ciudad de México por la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, entre ellas tener como objetivos prioritarios a los generadores de violencia, han fundamentado ese descenso en las extorsiones. Tan solo este martes, el Secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, informó de la detención de siete integrantes de un grupo delictivo dedicado al homicidio, extorsión y cobro de piso a dueños de restaurantes.
La resiliencia ciudadana ante esquemas delictivos como estos y una amplia y fortalecida cultura de la prevención, han llevado a los extorsionadores a otra modalidad: la cobranza ilegítima.
El análisis de los reportes que llegan al Consejo Ciudadano, a través de la Línea de Seguridad o el Chat de Confianza (55 5533 5533), indica que ese modus operandi representa la mitad de los casos nacionales por los que se busca apoyo jurídico.
Y desplazó en frecuencia a estrategias como las amenazas, los supuestos integrantes de organizaciones delictivas, la sextorsión, el secuestro virtual o el derecho de piso, que en conjunto significan menos del 30 por ciento.
La disposición para denunciar y el uso de herramientas como la app No Más Extorsiones —operada por el Consejo y que permite bloquear llamadas extorsivas provenientes de 190 mil números telefónicos relacionados con el delito— son factores que permiten identificar modos de operar y diseñar estrategias de prevención.
Profundizar esos resultados es labor de todas y todos.