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CIUDAD DE MEXICO, 5 de septiembre (Quadratín México) .- Generalmente se considera que una mujer puede enfrentar un embarazo de alto riesgo en caso de que haya concebido en la adolescencia, entre los 15 y 19 años, o bien porque ya sea madura y pase de los 30 años; sin embargo, existen otros factores que pueden afectar el proceso de gestación, como es la obesidad, diabetes, hipertensión, adicciones como el tabaquismo o alcoholismo, entre otros.
Es por lo anterior que no se habla ya de la edad como el único factor determinante de riesgo para que se registre un aborto natural, que el bebé nazca con bajo peso o alguna malformación, e incluso la posibilidad de la muerte de la mamá. Ante esto, es fundamental que las futuras mamás se apeguen al cuidado prenatal.
El doctor Víctor Topete, experto en gineco-obstetricia, explicó que el cuidado prenatal está orientado al diagnóstico, prevención y tratamiento de los problemas mayormente asociados a la morbimortalidad de la mujer embarazada y de su hijo, entre los más importantes se encuentran: nacimientos prematuros, asfixia prenatal, hemorragias, hipertensión arterial, diabetes gestacional y preeclamsia.
La vigilancia o supervisión médica-ginecológica permite, desde el inicio, vigilar la evolución del embarazo y preparar a la madre para el parto y la crianza de su hijo.
“Con el control prenatal se tendrá la posibilidad de controlar todos los aspectos de salud que involucran a la madre y al hijo gestante. Esta etapa gestacional es conocida también como periodo perinatal, porque –en efecto- tiene que ver con todos los aspectos que rodean la salud de la mamá y del bebé en gestación”, apuntó el experto.
Si bien los factores de riesgo durante el embarazo sólo se presentan en un 25 por ciento de las mujeres en posibilidades de embarazo, enfatizó, es importante que todas tengan conciencia de aspectos prioritarios para un embarazo saludable, como son:
Cambios físicos y emocionales, – que se consideran normales o propios de su estado.
Alteraciones físicas y emocionales que pueden llegar a generar complicaciones, si no se les detecta y se les atiende a tiempo.
Procedimientos de rutina que deberá seguir para llegar a término (parir) en las mejores condiciones posibles.
“Lo primero que se hace ya en consulta es la historia clínica de la paciente, que nos ayudará a identificar factores de riesgo hereditarios; se realiza un ultrasonido para establecer la edad y la condición gestacional del bebé (latidos cardiacos, movimientos, tamaño); posteriormente se evalúa la condición (salud) en la que llega la mamá y se le proporcionan las indicaciones pertinentes para su cuidado y el del bebé”, explica el médico.
Las mujeres deben de acudir al ginecólogo desde los primeros meses de gestación, pues esto permitirá, incluso, prever un embarazo de “alto riesgo”, lo cual no debe causar temor, pues la previsión permite a los médicos asegurarse de que reciba atención especial durante su embarazo. Su médico la observará de cerca durante el embarazo para detectar cualquier problema en forma temprana.
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