Vinculan a proceso y trasladan a Cevarepsi a acusado de ataque en Metro
CIUDAD DE MÉXICO, 29 de agosto de 2017.- El jefe delegacional de Tláhuac, Rigoberto Salgado, reiteró que no tiene vínculos con ningún grupo criminal y aseguró a medios de comunicación que lo demostrará ante la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), a la que acudió para ser notificado de que ya ingresó a la Comisión Jurisdiccional la solicitud de su remoción al cargo.
“Lo he venido sosteniendo y lo sostengo, no estamos vinculados a nada, lo vamos a demostrar en el periodo de prueba, quiero que nos den tiempo de analizar toda la documentación que nos entregaron para comentarles lo que encontramos ahí”, dijo a reporteros.
Salgado acudió a la ALDF para ser notificado del inicio de su proceso de remoción y ahí recibió una pila de documentos con dos mil hojas que contenían las pruebas de sus presuntos vínculos con el llamado Cártel de Tláhuac que comandaba Felipe de Jesús Pérez Luna, El Ojos, abatido el 20 de julio en un operativo de la Marina.
Salgado se sentó solo en una mesa, apartado de la Comisión, encabezada por Armando López Campa, quien le entregó los documentos. Al voltear se le vio con un rostro desencajado.
Al concluir la reunión, a la que no se permitió que reporteros grabaran audio o tomaran fotos, reiteró que no tiene responsabilidad en el crecimiento que tuvo el Cartel en Tláhuac y que ocasionó operativos de seguridad y el retiro de mototaxistas, que fueron acusados de tener un papel de halcones de la organización.
“No tenemos responsabilidad, que la Asamblea nos cite es una oportunidad de lo que hemos venido diciendo. Vamos a tener una defensa jurídica, vamos a nombrar una vocería para decirles de hallazgos en la carpeta”, dijo el delegado.
El funcionario fue informado que dispone de 15 días hábiles para reunir pruebas a su favor y al concluir el plazo comparecerá ante la ALDF el 18 de septiembre a las 11 horas en el salón Heberto Castillo.
Al salir del recinto, por la calle de Allende, Salgado abordó una camioneta tipo Urvan y meditabundo, con la mano izquierda sobre la barbilla, evadió mirar a los fotógrafos.
Un grupo de vecinos de Tláhuac que acudieron a la Asamblea lo despidieron con gritos de “delincuente”, “asesino”, “fuera”, algunos golpearon el vehículo y la camioneta debió acelerar el paso.