Contra el anarquismo egoísta/Felipe de J. Monroy
La estrategia del ala radical del partido Republicano (y del Trumpismo) para ocupar la élite política: Se trata de regresar a los fundamentos básicos, en que la biblia, por ejemplo, destaca a los que ocupan el poder.
Es una estrategia para la venganza que busca desde hace 40 años hacer estallar el sistema. Trump sólo sigue el manual diseñado para decir NO a los impuestos y destacar al Estado como el problema, jugando con el miedo de la sociedad y, obtener así rendimientos de los votantes.
Hacia 1990, la guía práctica de esa ala radical de los republicanos es utilizar el vocabulario político como retórica bélica y demonizar la oposición. Es el abandono de los buenos modales en el mundo de la política porque no son útiles y no funcionan, agregan en “Cómo mueren las democracias” los politólogos de Harvard.
En 1994, la estrategia funciona y los republicanos ganan la mayoría en el congreso, por vez primera en 40 años. El otro frente de la derecha es capturar el poder judicial con la Sociedad Federalista, un grupo formado por egresados de universidades con agenda radical. Desde 2022, ya con la Corte dominada por ese grupo, la Corte anuló por inconstitucional el aborto y otros derechos.
La derecha ve por tanto a la Justicia como campo de batalla en el escenario político. La radicalización de los republicanos toma fuerza con el movimiento del partido del Té que significa la génesis del trumpismo. Tiene como activo principal la venganza y el odio contra el sistema político, bajo la retórica: Estoy perdiendo mi país y, en las elecciones de 2010, la emoción y la ira, y el miedo logran que los republicanos ganen el congreso. Algunos de los miembros notables del partido del Té son Ted Cruz, Marco Rubio, entre otros.
Su agenda es la antiinmigración y el aislacionismo con el respaldo desde los medios de FOX NEWS y, no se trata de encabezar una política para la victoria, sino una marca: el trumpismo.
En su primer período en la Casa Blanca, Trump violó todas las convenciones democráticas y cruzó líneas rojas en ruta hacia el objetivo de su segunda administración como presidente: hacer estallar el sistema político para dirigirnos al caos. La evidencia más notable sucede en enero de 2021 cuando Trump se niega a reconocer la victoria de Biden y llama a sus seguidores a tomar el Capitolio para evitarlo.
Algunos de sus adeptos hablan de colgar al vicepresidente, Pence. A pesar de la dirección del partido Republicano, las encuestas confirman el respaldo de la base a Trump que, no ha hecho sino profundizar la división de la sociedad estadounidense.
Ya en 2022, la dirección de los republicanos en Texas solicitaron llamar a referendo para separarse de la Unión Americana y no es el único caso. Hacia fuera en nuestra coyuntura crítica actual, ahora es México y Canadá y China sus objetivos en búsqueda de estallar el sistema político y económico.
La estrategia del lopezobradorismo para ocupar la élite política es más sencilla:
A México no dio tiempo de hacer otra cosa que el PRI, estableció Don Pablo González Casanova. El sistema político mexicano contemporáneo dio cauce a sus miembros creando su oposición para que no se formara la auténtica y se volviese en su contra y, en sus diversas evoluciones, el sistema político prevaleció, hasta que a partir de 2014, Andrés Manuel López Obrador (con su partido movimiento) insistió en la idea de agrupar al país y después al gobierno no en diseñar y construir el futuro con un plan estratégico, sino agrupó a todos sus seguidores en torno a su liderazgo personal.
Otra excepción del lopezobradorismo que lo distingue como un movimiento de derecha, es como en el caso estadunidense, controlar el aparato de justicia como instrumento de batalla en el escenario político y, la retórica del presidente, Trump contra el lopezobradorismo, hoy a cargo de Claudia Sheinbaum es vincular al país con una guerra comercial arancelaria y con la relación de política y narcotráfico.
Por desgracia, frente a la estrategia de largo plazo de la actual élite política estadunidense, México NO dispone de un gobierno que mire al horizonte con la política, administración y desarrollo.
Del Tintero.
Nietzsche hace decir a Zaratustra: nada hay oculto bajo el sol que, todo se repite.
El lopezobradorismo no es ya la marca para el mundo de la política dominado por la incertidumbre. Hoy esa marca es el trumpismo y su objetivo central es hacer estallar el sistema de América del Norte, con México incluido en esa fórmula. Lo verá el que viva.
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