Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
CIUDAD DE MÉXICO, 7 de enero de 2020.- Los 42 años de trabajo constante de la Compañía de Danza Folklórica Xochicalli de Guerrero están cimentados en la investigación, la capacitación, la promoción y la difusión de la danza tradicional escénica llevada a diferentes escenarios nacionales e internacionales, bajo la premisa de mantener vigente la fiesta popular, sin desvirtuar el origen de los zapateados.
Así lo destaca en entrevista para la Secretaría de Cultura, Juan Carranza, director de la agrupación, al hablar sobre el trabajo realizado y los nuevos proyectos para 2020.
Asegura que han mantenido esta tradición dancística y musical a lo largo de su trayectoria, reuniendo más de 250 trajes “mixtecos, nahuas, tlapanecos, amuzgos, por mencionar algunas de las más de 600 danzas de las regiones de Guerrero”.
Los trajes han sido manufacturados con los mismos textiles de origen prehispánico, muchos son adquiridos directamente con los artesanos, “precisamente por el apego a la vestimenta y a la danza originaria obtenida a partir de la relación con las comunidades, de quienes hemos aprendido mucho”, comenta Juan.
Xochicalli significa casa de las flores en náhuatl. Es un proyecto iniciado de forma autónoma por un grupo de jóvenes: «Primero fue un ballet de la universidad que se independizó al año de haberse formado. A partir de entonces adquirió su estructura actual, la cual cuenta ahora con 30 bailarines. Jamás pensé, confieso, que el proyecto continuara, pero mira: el pasado 20 de noviembre cumplimos 42 años”.
La agrupación cuenta con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Estado de Guerrero y ha logrado compaginar muchas actividades en la entidad, en todo México y en el extranjero, con una danza apegada a la tradición popular de los fandangos.
Dentro de los programas que integran el repertorio de Xochicalli se encuentra el fandango guerrerense, con la música y el baile de ese estado: Acapulco, La Montaña, La Costa Chica, Tierra Caliente, la Zona Norte, la Zona Centro y la Costa Grande.
Xochicalli ha sido un motor de aprendizaje, organización y enseñanza para las nuevas generaciones, quienes aprenden mediante talleres a elaborar desde su propio vestuario hasta un carro alegórico: “No nos quedamos solo con los ensayos y las presentaciones, es un todo: empujar la promoción cultural en general”, comenta Juan.
La sede de la compañía se encuentra en la Secretaría de Cultura del Estado de Guerrero, ubicada en el Palacio de la Cultura Ignacio Manuel Altamirano, en Chilpancingo, donde ensayen e imparten gratuitamente los talleres al público en general.
También son asociados del Instituto de Investigación y Difusión de la Danza Mexicana A.C., lo cual les permite realizar intercambios culturales con otros estados y atender invitaciones de festivales internacionales, expandiendo sus alas hacia nuevos horizontes.
Juan refiere que esta dinámica les ha facilitado mantener lazos y tejer redes con otros danzantes, artesanos y músicos de todo el país. También con el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), presentándose en la explanada del Zócalo de la Ciudad de México, en Texcoco y en el Primer Encuentro Nacional de Danza con el INBAL.
Afirma que están abiertos a otras propuestas, ratificándolo con cada nuevo proyecto: “No nos cerramos. Mi esposa y yo nos apegamos más a la tradición, pero mis hijos y nietos, quienes también forman parte, ya tienen una nueva visión del quehacer dancístico: por eso lo llamamos ahora ‘de la tradición a la innovación’, porque es válido”.
Este año, la compañía participará en la Feria Internacional de Turismo, la cual se realizará en España del 18 al 26 de enero, con Guerrero como estado invitado y Xochicalli representando la danza.