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De norte a sur
En tiempos digitales y de la Inteligencia Artificial, los datos personales son la aspiración ciberdelincuencial, un riesgo ante el cual es necesario reivindicar el derecho a la privacidad, intimidad y ciberseguridad individual.
El uso de robots para recabar información en redes sociales, el web scraping —extracción de datos mediante software—, la venta de bases, su tráfico y alteración son parte de una realidad a visibilizar y denunciar.
Nombres, direcciones, números telefónicos, fotos, videos, antecedentes fiscales, CURP, placas de vehículos, gustos y actividades personales son entregados voluntariamente, recopilados sin permiso o robados.
Según The Global Risk Report 2024, del World Economic Forum (WEF), la inseguridad cibernética es uno de los cinco mayores peligros para los próximos dos años —los otros son el clima extremo, la desinformación generada por la IA, la polarización social o política y la crisis del costo de vida—, ante la frecuencia y sofisticación de los ataques a personas y empresas.
Una investigación de Imperva Threat Research resalta que los datos personales representan el 42.7 por ciento de la información robada en una filtración.
Para los cibercriminales, la identidad de una persona es un recurso valioso. Entre mayor información obtengan más herramientas tendrán para crear perfiles falsos en redes sociales, estafar o extorsionar. Las afectaciones van a las finanzas, reputación y credibilidad.
En el mejor escenario, la información robada tendrá como destino empresas de marketing.
Pensar en las implicaciones y riesgos de los avances en la tecnología como algo del futuro o de las grandes empresas y gobiernos es un error. Corresponden al presente y demandan el fortalecimiento de la ciberprevención, así como el empleo de las herramientas legales a disposición.
Uno de los propósitos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU incluye la privacidad como una condición para alcanzar las libertades y la dignidad humana, una noción que desde el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México respaldamos con apoyo jurídico y emocional ante ciberdelitos, a través de la Línea de Seguridad o Chat de Confianza 55 5533 5533.
Una nueva agenda de ciberseguridad para el cuidado de los datos personales, la joya de la corona.