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CIUDAD DE MÉXICO, 22 de octubre de 2024.- Durante el periodo 2015-2023, la superficie sembrada de maíz grano a nivel nacional tuvo una disminución del 12.6 por ciento, al pasar de seis millones de hectáreas en el 2015 a 5.3 millones de hectáreas en el 2023, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera.
De acuerdo al Informe Final de la Evaluación de Impacto del Programa Fertilizantes, el Formato de Aspectos Relevantes de la Evaluación y el documento de Posición Institucional, remitido por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), explica que, del 2015 al 2019, la superficie sembrada disminuyó de manera constante.
Fue hasta en 2020 cuando tuvo una ligera recuperación del alrededor de 400 mil hectáreas, sin embargo, en los siguientes tres años (2021-2023), la superficie nuevamente tuvo una tendencia a la baja, siendo el año pasado cuando se registró la superficie sembrada más baja de todo el periodo (2015-2023).
En el apartado de Resultados en variables productivas, económicas y sociales en las que incide el Programa de Fertilizantes, el documento justifica que entre los factores que explican la caída de la superficie sembrada durante el periodo 2020-2023 se encuentran la pandemia del Covid 19 que se vivió a partir del 2020.
Pero además, los altos precios de los fertilizantes químicos que se registraron desde mediados del 2021 y que alcanzaron su máximo en el ejercicio 2022, así como las afectaciones climatológicas, principalmente sequías que se han presentado sobre todo en el 2022 y 2023.
El oficio abunda que la disminución de la superficie sembrada que se observó en los nueve estados en los que operó el Programa de Fertilizantes en el 2022, ocasionó que el volumen de producción también disminuyera, al pasar de 3.9 millones de toneladas en el 2019 a 3.3 millones de toneladas en el 2023, lo que representa una caída durante el periodo de 14.9 por ciento.