
Lluvia de este domingo, de las más fuertes de la temporada: Brugada
EL RECUENTO DE LOS DAÑOS
Conforme pasan los días, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se afianza en la Presidencia de la República. Se le ve más suelta, más resolutiva, manteniendo la popularidad, aunque muchos siguen esperando el anhelado golpe de timón.
La ocasión es propicia para ello, aunque también en el pasado reciente existieron esos momentos, pero no la voluntad de hacerlo.
Tal vez sea solo una apreciación de los adversarios y la Presidenta no necesita dar ese golpe de timón y si continuar con su labor de asentamiento.
Hay quienes creen que lo sucedido a últimas fechas lleva la mano oculta de las altas esferas, ya que solamente de esa forma trascienden las informaciones.
Precisan que los expedientes y revisiones de las historias secretas de Gerardo Fernández Noroña fueron filtrados por personajes de alto nivel de la propia 4T, aunque algunas de esas historias son conocidas con anterioridad.
La denuncia en su contra y las acusaciones sobre corrupción y otros asuntos parte de una expareja del propio senador Fernández Noroña, Marta Ojeda, quien lo denunció públicamente y ante las autoridades, sin que, cinco años después, exista información sobre el rumbo de las investigaciones.
Lo de su casa se encuentra en la declaración que hizo el propio Gerardo sobre sus bienes, aunque no contó con se le pidiera transparentara el crédito y el banco donde lo consiguió.
Pero a la par del caso “Noroña” se encuentran otras filtraciones que encarecieron el clima poco antes del primer informe de gobierno.
La exhibición de importantes miembros de la comunidad cuatrotera como reacios a la austeridad y proclives al despilfarro y a los gustos caros y el desafío de los mismos a los llamados de la propia Presidenta Sheinbaum Pardo para vivir en la justa medianía, muestran la prepotencia y altivez de algunos de ellos.
La titular del Poder Ejecutivo está dejando que como sucedió en el partido donde se formaron, crecieron y abandonaron, las ramas del árbol se vayan secando.
El prestigio de los principales “caudillos” de la Cuarta Transformación se desvanece paso a paso y algunos no tendrán tiempo para recuperar su reputación, si es que la tuvieron.
Los seis personajes que compitieron por la candidatura presidencial no lucen como entonces:
La Presidenta Sheinbaum Pardo continúa manteniéndose en un alto nivel de popularidad, aunque en muchos sectores esperan que concrete sus promesas de gobierno.
Marcelo Ebrard sólido y mostrando que se acopla a los diferentes sitios donde es destinado, cumpliendo con los asuntos que le son encargados y esperando que ahora sí se presente su oportunidad para competir por la Presidencia de la República.
Gerardo Fernández Noroña terminó exhausto su labor como presidente de la mesa directiva del Senado. Golpeado, humillado, víctima del escarnio popular, sospechoso y relegado del primer círculo.
Adán Augusto López sombrío como es, sin aclarar si forma o no parte de “La barredora”, con muchas fricciones dentro de su propia fracción legislativa y firme como coordinador, hasta dejarlo tan desgastado que prefiera alejarse.
Ricardo Monreal, habilidoso como es, pero consciente de que su oportunidad de la presidencial ya pasó y ahora debe contener a la jauría que le soltaron para privarlo del liderazgo cameral. Su propósito de negociar la candidatura de su hermano Saúl no será con MORENA.
Manuel Velasco Coello, siniestro, firme en su papel dentro del Verde y listo para negociar el futuro del partido en los comicios del 27.
El escenario es ideal para la Presidenta.
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