Visión financiera
Campaña política en redes sociales
La venda en los ojos que cargaban muchos estadunidenses se cayó tras la cancelación de la plataforma de videos TikTok, provocando que miles se mudaran a la plataforma similar, Red Note, para darse cuenta de que la realidad está lejos de la que se pinta en Estados Unidos. Esta aplicación china surgida en 2013 muestra las maravillas del país asiático, aunque también de otras partes del mundo, e hizo que los norteamericanos descubrieran que viven bajo un régimen injusto si hablamos de los derechos de los que se goza en otros países como salud, educación, acceso a la cultura, y costos de alimentos frescos que promueven la buena alimentación.
Hay que recordar que quien impulsó esta prohibición, que atenta también a libre expresión, fue el presidente Donald Trump, que quiere todo para sus arcas, argumentando que la plataforma debe ser gestionada por su gobierno. Esto es parte de su “make America great again”, o en español, “Haz a los Estados Unidos grande otra vez”, que incluye hacerse de territorios extranjeros, como muchas veces ha mencionado el nuevamente presidente de aquella nación. El problema se agudiza cuando estas plataformas sirven como herramienta de manipulación, recordemos que TikTok sirvió para que miles esparcieran el mensaje racista de Trump, contra Asia, contra los latinos y también convocó a aquellos que irrumpieron en el capitolio cuando se confirmó la victoria del expresidente Joseph Biden en 2021.
Pero no solamente esta plataforma, también se utilizó X de Elon Musk (antes Twitter) y las que gestiona Meta de Mark Zuckerberg (Facebook, Instagram, WhatsApp, Threads) cuyos dueños están al servicio de Donald Trump. Subrayemos que de un plumazo el nuevo presidente estadunidense canceló la investigación centrada en detener, procesar y castigar a las personas que atacaron el Capitolio de Estados Unidos hace cuatro años. Es imposible ignorar que las redes sociales son arma de dos filos, primero porque ponen en peligro los intereses oligarcas ya toda costa pretenden manejarlas para difundir ideales de la extrema derecha que propaga discursos de odio.
Los medios masivos como televisión y radio quedaron desplazados por la Internet. Ahora las campañas políticas se hacen más en las redes sociales, que, aunque se habla de regularlas, siempre son los que están en el poder los que más ventaja obtienen de estas. El ejemplo claro es cómo las usó Trump en su campaña, dirigida especialmente contra migrantes. Incluso, desde la campaña anterior hace casi diez años, el magnate neoyorquino se enfocó en estas plataformas para llegar a la presidencia.
Esto lo reafirma la presencia de los líderes tecnológicos y de la era digital, como Jeff Bezos (Amazon), Elon Musk (Tesla y Twitter), Mark Zuckerberg (Facebook) y Sundar Pichai (Google), en la toma de posesión del presidente Donald Trump, dejando claro su apoyo mientras se les beneficie. Es preocupante porque la democracia o la libre expresión de la que tanto se ufanan los estadounidenses es solo un espejismo. Como ejemplo, el mencionar a Hitler en TikTok era motivo para prohibir alguna cuenta, igual con los mensajes de odio o racistas; sin embargo, cuando un poderoso como Musk hace un saludo fascista no se censura.
El presidente de Estados Unidos sigue anunciando su alza del 25 por ciento en aranceles a México y Canadá, lo cual afectará a sus ciudadanos. Esta población seguirá sufriendo la falta de un sistema de salud accesible, la atención a la drogadicción por la que sufren miles de estadunidenses, la crisis de vivienda seguirá desatendida y la crisis climática continuará negándose. Todo esto con apoyo de los que hoy son los más ricos de este país y tienen en su poder las salas de la opinión pública.
DESDE EL CENTRO
Comenzaron los arrestos a inmigrantes en Estados Unidos. El “zar fronterizo”, Tom Homan, informó ante medios de comunicación que firmó nuevas órdenes para ampliar los centros de detención, atacar a ciudades “santuario” para inmigrantes indocumentados y amenazar con ingresar a escuelas, iglesias y hospitales para cazar a indocumentados.