Teléfono rojo
Baja la pandemia, sube la inflación
Hay una frase bíblica del Rey Salomón que dice “Nada nuevo hay bajo el sol…”, pero en el que a veces alumbra a México, hay situaciones que desde la pandemia ya no son como antes. Y si la enfermedad cede ahora lo que va en aumento es la importación de alimentos junto con una carestía sin precedente que toca a la vivienda, el transporte, los artículos escolares –ahora que se avecina el regreso a clases— y otras necesidades que, al no conseguirse fácilmente, cambia el comportamiento de quienes habitan el país.
Se nota, por ejemplo, que en estas vacaciones los centros de recreo no se han visto abarrotados como en otras épocas, a pesar de que el Covid-19, dicen las autoridades sanitarias, ya no es tan contagioso. Al igual que en Europa, donde la situación está peor, en el país se sigue registrando poca presencia en restaurantes, la gente opta por la bicicleta, principalmente, en lugar del automóvil. Se prefiere el Metro y otros transportes públicos que gastar en gasolina; las deudas crecen al no poder pagar la renta, en algunos lugares se opta cada vez más en el ahorro de la energía eléctrica. Ir al mercado a comprar los víveres provoca depresión.
Y al parecer, esta triste realidad apenas empieza. Los que nos salvamos de morir por el contagio, debemos pagar lo que se debe de medicamentos y hospitalizaciones de familiares o de uno mismo. Muchos, millones, añaden a sus preocupaciones el miedo a la inseguridad porque, aunque se asegure lo contario, aumentan los asaltos, fraudes, despojos; asesinatos, desapariciones y el lucro de los medios de comunicación al inclinarse en el morbo de sus noticias.
Sí, nada es como antes. Hay lugares donde en el kilo de la tortilla rebasa los 25 pesos por kilogramo, la carne de res se acerca a 200 pesos el kilo, el huevo y la leche se encarecen sin freno. Igual sucede con los refrescos, los pastelillos y, en general, el consumo “chatarra”. Los tacos y las tortas cuestan lo que antes una comida corrida. Trabajadores y burócratas optan cada vez más por el lonche preparado en casa.
Para ilustrar el pesimismo hay que señalar que la inflación, el alza de los precios, llegó en julio reciente a 8.15 por ciento, lo que no se había visto desde hace 22 años. Todos sufren, no se diga las familias de menores ingresos. Los ricos, empresarios, políticos y la alta burocracia, nada.
Según la Sociedad Hipotecaria Federal, los precios de la vivienda en los primeros tres meses que antecedieron aumentaron 7.7 por ciento con relación al año anterior. O sea que, si el valor promedio de un lugar para vivir fue de un millón 466 mil pesos, ahora lo es de un millón 560 mil pesos. Sólo que el que desee comprar vivienda nueva debe considerar una tasa hipotecaria de 10.25 por ciento, por esos deben pasar décadas para tener la titularidad del inmueble.
En cuanto a los alimentos que cada vez son más caros y escasos, el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) registró en los primeros tres meses del año un aumento de mil 735 millones de dólares en la compra de alimentos al extranjero, lo más alto desde 1993, con un total de 9 mil 935 millones de dólares.
Lo que más se compra al extranjero son granos básicos: maíz amarillo, frijol, trigo, café y arroz que, de acuerdo con el Banco de México, en los primeros siete meses del año esas adquisiciones se dispararon hasta un 54 por ciento si se compara con las de hace dos años.
A los escenarios narrados hay que agregar lo que se padece en los últimos días, pues el próximo lunes 29 de agosto regresan a clases 25 millones de niños, cuyos padres enfrentan un incremento de precios en los artículos escolares hasta del 30 por ciento, el peor año en cuanto a carestía del último lustro. El informe es del INEGI organismo especializado en detallar la inflación, entre otras responsabilidades.
Seguro que muchos niños no contarán con los útiles necesarios para su educación, quizás muchos usarán los de sus hermanos o vecinos lo que incluye uniformes, zapatos, tenis, aunque tendrán nuevos amigos, aquellos que fueron a escuelas particulares y que ahora ingresan a las escuelas públicas ante la incapacidad económica de los padres de familia.
Para ellos, como sucede con millones, ya nada es como antes.
Desde el centro
Este fin de semana todo está preparado para darle la puntilla a la histórica Confederación Nacional Campesina (CNC) con la reelección del cacique Ismael Hernández Deras, exgobernador de Durango, con el apoyo del legendario Augusto Gómez Villanueva. Por eso el PRI está por los suelos con Alejandro Moreno “Alito” de dirigente muy cuestionado… Hoy se espera se defina el futuro inmediato de Jesús Murillo Karam, flamante exprocurador General de la República, enlodado en el asunto de los estudiantes desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa, Guerrero, asunto que nos tendrá muy entretenidos… Quien cada vez gana más apoyo para llegar a la Presidencia de la República es el senador Ricardo Monreal Ávila.