El concierto del músico/Rodrigo Aridjis
Ni con censura panistas evitan su caída en la CDMX
Pretenden los abanderados del Partido Acción Nacional que no se les vincule con el cártel inmobiliario y quieren censurar, a través del Instituto Nacional Electoral (INE), a los candidatos contrincantes para que no toquen el tema. Los capitalinos, así como el resto de los mexicanos, ya conocen los robos y estafas que se han hecho a través de inmobiliarias en la Ciudad de México, y probablemente si se investiga en otras entidades se encuentren casos similares.
Representantes de Morena dieron a conocer, encabezados por la candidata a la jefatura de gobierno de la CDMX, Clara Brugada, que Santiago Taboada, abanderado del PAN, pidió medidas cautelares al INE para que morenistas se abstengan de hablar del cártel inmobiliario y retiren de redes sociales todo el material que haga alusión al mismo.
Es parte de una campaña negativa, dicen los panistas, pero ellos mismos son protagonistas del cártel que creció en Benito Juárez y Miguel Hidalgo, donde facilitaron a constructoras y desarrollos inmobiliarios expandirse sin respetar las normas de desarrollo urbano.
Recordemos que de 2006 a 2018, funcionarios de la alcaldía Benito Juárez se hicieron de recursos y propiedades en la demarcación en complicidad con sus superiores jerárquicos. Durante esa gestión, cualquier proyecto de construcción e infraestructura debía tener el visto bueno para realizarse, sin importar afectaciones a vecinos o que rebasaran la cantidad de pisos o se edificaran en lugares no aptos.
Algunos relacionados con el cártel, como Luis “N”, exdirector general Jurídico y de Gobierno de la Benito Juárez, fueron detenidos, a él en particular se le señala por “favorecer y obedecer a presiones de las empresas constructoras para realizar de forma violenta desalojos y sin diálogo de por medio”. También se le relaciona con posibles extorsiones a empresarios, por ejemplo, se sabe que recibió 90 mil pesos a cambio de permitir la realización de una carrera deportiva en la demarcación.
Según la FGJCDMX, Luis “N” y Nicias “N” son copropietarios, entre otros inmuebles, de un edificio valuado en más de 30 millones de pesos. Dicho inmueble lo habría adquirido el segundo en 2011 “a un precio muy por debajo del mercado” y en 2014 se lo vendió al primero al 50 por ciento de la propiedad por un monto de 1.4 millones de pesos.
Y no se conforman con enriquecerse mediante construcciones ilícitas. Ahora van por la privatización del agua, así lo denunció Martí Batres, jefe de gobierno de la Ciudad de México. Aunque no especificó quiénes ni mostró pruebas, manifestó que son aquellos que están en contra de la Cuarta Transformación.
El caso es que Acción Nacional tramitó dos quejas por calumnias ante el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), con el objetivo de que 18 liderazgos, candidatos, funcionarios y políticos de Morena ya no puedan mencionar a Taboada en relación con el “cártel inmobiliario”. Arguyen que se trata de una campaña de desprestigio. Aunque Santiago Taboada no enfrenta un proceso judicial por el cártel inmobiliario son varios los panistas que gobernaron en Benito Juárez y están relacionados con el mismo, no es algo que se pueda ocultar.
DESDE EL CENTRO
El presidente Andrés Manuel López Obrador desaprobó el informe del Departamento de Estado, en Estados Unidos, sobre la situación de derechos humanos en nuestro país, al que calificó de superficial y sin sustento. En su conferencia mañanera rechazó el contenido del informe que consideró que es poco serio y carente de sustento y de pruebas. “¿Cómo le vamos a hacer caso si dicen que nosotros promovimos 20 mil mensajes contra la ministra presidenta (de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña)? ¿Dónde están las pruebas? Es muy irresponsable, es una tomadura de pelo. No son serios, son mentirosos, que prueben. ¿Cómo nos vamos a estar metiendo en eso?”, dijo el mandatario mexicano. Durante su conferencia dijo que hay una manía en el gobierno de Estados Unidos de entrometerse en la política interna de otros países, opinar, dar cartas de buena conducta, como si fuesen los jueces del mundo, el gobierno mundial.