Descomplicado
Campesinos y Revolución
Como es del dominio público, miles de campesinos murieron durante la Revolución Mexicana que surgió para terminar con la dictadura de Porfirio Díaz, lo que se logró junto con la Constitución de 1917, a la que todavía ubican algunos entre las más avanzadas del mundo. El caso es que a 116 años del movimiento armado los trabajadores del campo están igual o peor, y que la llamada Carta Magna es la que más se viola a diario, principalmente por quienes a lo largo de la reciente historia han sustituido al extinto general oaxaqueño, ejerciendo gobiernos dictatoriales más crueles y duraderos.
Hoy, contrario a lo que debió ser, México rompe récords mundiales de índices de pobreza, inseguridad y violación a los derechos humanos. Y al grave daño que han cometido los que han formado parte de la cúpula de lo que la mayoría de la población identifica como PRI-Dictadura, se han sumado ahora las amenazas del presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, quien tomará posesión el próximo 20 de enero.
En este contexto, y con los llamados a la unidad lanzados por el grupo que dice gobernar, sobresale otra vez la situación de los productores agropecuarios que, para enfrentar lo que se avecina con el posible retorno de indocumentados y el rechazo al libre comercio sostenido hasta ahora con EU, urgen a concretar cambios políticos, económicos y sociales a su favor.
Porque no hay peor rebelión que la que provoca el hambre, como sucedió en 1910. De ahí que siete años después se sentaran las bases para que la Constitución –próxima a su Centenario—establezca que “toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad” y también que es obligación del Estado garantizar “el abasto suficiente y oportuno de los alimentos básicos que la Ley establezca”. Pues bien, ¿qué tanto se han cumplido estos objetivos, entre otros, de quienes participaron en la lucha armada?
El documento Reforma Profunda al Campo: Avances y Políticas que faltan para su conclusión, toma en cuenta lo pendiente, que es mucho y, elaborado por el Consejo Consultivo Técnico de la CNC, menciona que en nuestro país existen más de 5.3 millones de Unidades Económicas Rurales, de las cuales 3.9 millones (que representan el 73 por ciento del total) se caracterizan por ser de subsistencia o con limitada vinculación al mercado, con ingresos anuales netos menores a los 17 mil pesos.
El hecho es utilizado para demandar que la situación en el campo mexicano debe revertirse, pues en los inicios del actual sexenio más del 60 por ciento de la población rural vivía en pobreza, en tanto que el hambre se ha apoderado de más de ocho millones de habitantes, mayoritariamente indígenas y campesinos. Se advierte que para remediar lo anterior es imprescindible aumentar la producción de alimentos, acción que tiene la virtud de incrementar el empleo e ingreso de los pequeños productores agrícolas, además de fortalecer el mercado interno.
Otro punto que se indica, y obligado es considerarlo ante el libre comercio mundial, es que los agricultores de otros países con los que se compite tienen una serie de programas y servicios pertinentes, integrados, eficientes, estables en el largo plazo y respaldados con presupuestos multianuales; en tanto que en México la mayoría de los trabajadores del campo carecen de elementos claves para mejorar su productividad y rentabilidad, como lo es la asistencia técnica, capacitación y asesoría, financiamiento, infraestructura productiva y mecanismos equitativos de comercialización. Además, se tienen muchos programas dispersos que surgen en forma reactiva y generalmente con plazos cortos de existencia; muchos de ellos beneficiando principalmente a productores empresariales; con reglas de operación complejas e inmersos en un ambiente contaminado de corrupción.
Ante estas circunstancias, destaca el análisis, conviene destacar que el campo puede ser un gran impulsor de la economía del país o una carga como algunos lo visualizan. No obstante, se reconoce que la dependencia alimentaria es alta, poco menos del 50 por ciento. Solamente de enero a julio del primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto, México importó el 42 por ciento, de las compras totales al extranjero, en alimentos básicos. De hecho, hasta hace un año, de los 40 países más importantes del mundo, México es el segundo importador de comida, después de Japón.
Esto, de acuerdo con los analistas, representa un alto riesgo para la seguridad alimentaria y un daño a la economía familiar, situación que es inaceptable por el potencial productivo que tiene nuestro país y no se aprovecha. Lo cierto es que la gran mayoría de los productores tienen niveles bajos de productividad y rentabilidad económica, lo que propicia, afirman los expertos en el tema, el abandono del campo y la migración hacia zonas urbanas en búsqueda de mejores opciones de empleo. Según estimaciones de la FAO, en 2014, de la población total de México, el 79 por ciento se encontraba en las ciudades y el resto en las zonas rurales. A 106 años de una Revolución Mexicana en la que los principales protagonistas fueron los campesinos.
DESDE EL CENTRO
Monsanto no deja de provocar inconformidades en cualquier país en que pretende sembrar su biotecnología maligna. Es el caso ahora de Argentina, donde se discute la Ley de Semillas en la Cámara de Diputados. Hoy martes sigue el debate con grupos ambientalistas, asambleas, movimientos sociales, partidos políticos y organizaciones campesino- indígenas, que vienen resistiendo desde 2012 a los múltiples intentos de modificación de la Ley actualmente vigente. Lo mismo sucede en México con la trasnacional que insiste en sembrar y comercializar maíz y soya transgénica… Por si queda algo de dinero o meros deseos de comprar con el plástico, con el Buen Fin no se acaban los atracos que nos gusta sufrir en los centros comerciales y demás. Ahora algunas tiendas extienden por más días las ventas, según ellas de artículos rebajados, y acechan todavía más porque vamos hacia la Navidad. El objetivo es exprimir a todos los que quieran… Para el raquítico aumento a los minisalarios dejan para la puntilla, la tradicional costumbre de Reyes y, después, con lo que sigue, volvemos a comenzar sin aprender… Pese a los esfuerzos administrativos, la mayoría se adelanta a reprobar el cuarto año de gobierno, los resultados en contra están a la vista.