Escenario político
@guerrerochipres
La comunidad debe contar con capacidades institucionales de intervención oportuna ante desapariciones o ausencias que esperable y seguramente en la enorme mayoría de los casos no se convertirán en feminicidios.
El margen para la posibilidad de que algunos lo sean es una ventana enorme de oportunidad para intervención de la autoridad y para la denuncia ciudadana de eventos de abuso, privación de la libertad o acoso en espacio público o en hoteles y moteles.
En el caso de una tragedia fatal, registrada en todas las entidades, la existencia de capacidad policial, investigativa, judicial y condenatoria es parte de la agenda indispensable.
El debate en Nuevo León, con una clara ausencia de crítica al gobernador Samuel García ahora que se dio a conocer el nuevo peritaje en el caso de Debanhi Escobar tendría que ser la excepción y no la regla.
Las mujeres deben ser protegidas. Antes y después de cualquier incidente, el comportamiento exigible de García y a los investigadores después de una alerta por desaparición, es que se responsabilicen especialmente cuando existe la oportunidad material de evitar una tragedia mayor en vez de actos evasivos derivados de estrategias de manejo de crisis.
Entidades gobernadas por mujeres implementan políticas encaminadas a salvar a víctimas de situaciones que pueden escalar hasta el feminicidio.
En la Ciudad de México, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha impulsado estrategias de atención temprana, que tienen como base la protección inmediata de las víctimas y la generación de medidas que van desde el aislamiento del generador de violencia hasta el resguardo en refugios.
La Alerta Violeta es otro programa recientemente puesto en marcha en Guerrero por la gobernadora Evelyn Salgado, que activa la inmediatez de la búsqueda de niñas, adolescentes y mujeres desaparecidas. Además, ofrece atención, actuación sancionadora, propuestas de prevención y combate para la erradicación de la violencia de género.
El Estado no puede rehuir su responsabilidad. Madres, padres o hermanas y hermanos de las personas desaparecidas o víctimas de feminicidio no deberían convertirse en los investigadores de su tragedia.
Casos como el de Debanhi Escobar revelan esa urgencia. La presión de la familia de la joven desaparecida ha permitido encontrar elementos que posibilitan una mejor comprensión de lo ocurrido tras su desaparición el 9 de abril.
El resultado de la tercera necropsia, que tuvo que ser realizada por el Instituto de Ciencias Forenses de la Ciudad de México, revela que Debanhi murió por asfixia y no por un golpe accidental —como se había dicho en un principio. Ocurrió entre 7 y 9 días después de que desapareciera. La pudieron localizar. Mejor hubo mensajes de twitter del gobernador y respuestas en video del fiscal.
En Nuevo León los feminicidios crecieron 140 por ciento en los primeros cinco meses de este año en comparación con el mismo periodo de 2021. Se requieren acción y compromiso.
Salvador Guerrero Chiprés es presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México