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CIUDAD DE MÉXICO, 23 de enero de 2017.- En un posicionamiento en materia de Relaciones Exteriores, el Canciller Luis Videgaray Caso aseguró que México está obligado a actuar en ejercicio de su soberanía a partir del interés nacional ante un nuevo presidente de Estados Unidos que promueve una agenda de cambio hacia el nacionalismo económico.
Conforme a la instrucción presidencial, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores señaló que en los próximos días –el 25 y 26 de enero– iniciarán las conversaciones con el nuevo gobierno de Donald Trump, en el que confió que con unidad y objetivos precisos se alcanzarán buenos resultados.
A partir de un diagnóstico claro, una ruta de trabajo y objetivos específicos para el diálogo y la negociación, Videgaray Caso subrayó que es necesario resaltar las fortalezas y la importancia de México en el mundo.
En Norteamérica, arguyó ante el Presidente Enrique Peña Nieto que “México es socio indispensable para la economía y sociedad de Estados Unidos”, pues el comercio entre ambos países supera los mil 400 millones de dólares al día, es decir, más de 500 mil millones de dólares en un año.
Ante los cambios políticos del mundo, específicamente la nueva administración estadounidense, Videgaray destacó en aquellos estados que definieron la elección de Trump, como por ejemplo California, el comercio con México representa darle soporte a 566 mil empleos a través de exportaciones por más 26 mil 800 millones de dólares.
Otro estado como Texas, en 2014 tuvo un comercio por 92 mil 500 millones de dólares de exportaciones texanas al país y más de 380 mil empleos dependen del acceso de las exportaciones texanas al mercado mexicano.
De igual manera, sostuvo que México también es una fuente importante de inversiones en territorio de la Unión Americana.
“Hoy las inversiones de empresas mexicanas representan un acumulado de más de 18 mil millones de dólares”.
En materia migratoria, ambas naciones juegan un papel importante y cambiante porque han venido transformándose los flujos migratorios.
En 2009, el Canciller mexicano aseguró que había un flujo de más de 280 mil mexicanos indocumentados que cruzaban hacia EU, mientras que en 2014 tan sólo fue de 80 mil.
Por el contrario el número de ciudadanos no mexicanos, es decir de otras naciones que cruzan el territorio nacional para tratar de llegar a Estados Unidos creció de manera significativa. Apenas en 2013, informó que se estimaba que había alrededor de 215 mil ciudadanos de otros países y esta cifra a noviembre de 2016 superó las 500 mil personas.
“En tan sólo tres años se duplicó el número de migrantes extranjeros que atraviesan México para llegar a Estados Unidos”, refirió sobre un cambio fundamental en la forma en que ocurre el fenómeno migratorio.
Por ello, Luis Videgaray afirmó que esto implica que México y Estados Unidos comparten un problema y un interés para resolver juntos esta compleja dinámica de flujos poblacionales.