Denuncia oposición que Morena legisla por medio de fe de erratas
CIUDAD DE MÉXICO, 2 de agosto de 2016.- El vicepresidente de la Cámara de Diputados, Alejandro Ojeda, demandó al gobierno federal a detener esta especie de “tarifazos eléctricos” que parecen ser el banderazo de salida para retomar la política de aumentos mensuales, donde también se incluyen los gasolinazos, informó el Grupo Parlamentario del PRD a través de un comunicado.
El legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) rechazó tajante que el incremento de tarifas eléctricas no perjudica al 90 por ciento de los usuarios que atiende la Comisión Federal de Electricidad (CFE), porque con estas alzas es inminente que se avecina un proceso inflacionario que impactará al bolsillo de todos los mexicanos.
Consideró que no se puede argumentar que las tarifas eléctricas con estos incrementos todavía son competitivas respecto del pasado reciente, porque están por arriba de las que se cobran en Estados Unidos.
Declaró que la industria y empresas no podrán seguir absorbiendo los incrementos tarifarios de la energía eléctrica, así que los trasladarán al precio del consumidor final.
Recordó que estos aumentos mensuales fueron inaugurados por Vicente Fox, acelerados en los de Felipe Calderón y, por lo visto, mejorados en la actual administración pública priista, con todo y reforma energética.
Rechazó también el pretexto que usa el Gobierno Federal en el sentido de que las tarifas para los sectores industrial, comercial y doméstico de alto consumo se incrementaron, debido a que los precios del combustóleo y el gas natural subieron.
Más bien, dijo, habría que revisar los contratos leoninos firmados con las trasnacionales del ramo eléctrico desde las administraciones panistas que subastaron el sector energético, que han sido prolongadas por la actual administración priista, lo que ha permitido que poderosos emporios extranjeros se hayan convertido en amos y señores del sector.
Además, señaló que el desinterés mostrado desde hace décadas por tener una industria energética nacional y autónoma, nos hace depender precisamente de los vaivenes de los precios internacionales de los combustibles.
Mencionó que con la reforma foxista realizada en 2003, se autorizaron los contratos de servicios múltiples para la cuenca gasífera de Burgos, con la trasnacional Repsol entre las concentradoras.
Recordó que en aquel entonces, como ahora, se prometió a los mexicanos que con la intervención extranjera, el país no sólo sería autosuficiente en gas natural, sino que en unos pocos años se convertiría en una verdadera potencia exportadora.
Como siempre, resultaron sólo mentiras, y ahora con la llegada del gobierno priista, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, simplemente tuvo que reconocer que en realidad México se convirtió en importador neto de gas natural.
Expuso que ahora se habla de que para garantizar el abasto de gas natural ha licitado y licitará 26 gasoductos, en los que se invertirán 15 mil 200 millones de dólares.
Mediante estas estrategias, abundó, el sector privado nacional e internacional, será propietario, construirá, operará y dará mantenimiento a estos gasoductos que supuestamente le permitirán a la CFE tener gas natural para sus centrales y el sector industrial en regiones donde antes no había.
Es decir, dijo, jugosos negocios que en nada benefician a los mexicanos que una vez más tienen que sufrir el embate del incremento de las tarifas por el uso del servicio de energía eléctrica.