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CIUDAD DE MÉXICO, 15 de octubre (Quadratín México).- En la granja de tortugas marinas de Gran Caimán, en el Caribe, miles de quelonios son criados en estanques contaminados, hacinados, mutilados y con enfermedades para luego vender su carne para consumo, denunció la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WASP).
De acuerdo con una investigación realizada por esa organización, señala que la gran mayoría son tortugas verdes, una especie de las costas del Caribe de Centroamérica y México, que está en peligro de extinción.
El estudio que se realizó entre 2011 y 2012 señala que en los últimos cinco años han liberado en promedio, 27 tortugas por año, por lo que se calcula que viven hacinadas en el estanque de la granja, aproximadamente siete mil.
Esa situación en la que viven los animales, considera la WASP, genera condiciones de canibalismo y problemas de reproducción, ya que algunas nacen hasta sin ojos, además de que están expuestas a bacterias y enfermedades.
Según la Sociedad Mundial para la Protección Animal, la granja es propiedad del gobierno de Islas Caimán, y constituye uno de los principales atractivos turísticos de la región.
Los turistas que visitan la granja son invitados a interactuar con las tortugas, acercamiento que provoca estrés en las tortugas y pone en riesgo a las personas, pues análisis de laboratorio revelaron que en los estanques hay presencia de bacterias como Salmonella E. Coli y Vibrio vulnifucus.
Lo que significa que los visitantes que tocan las tortugas podrían contraer enfermedades como gastroenteritis, neumonía y cólera.
De acuerdo con un comunicado de la organización, ellos, además de mostrar a la administración de la granja los resultados del estudio, ofrecieron apoyo para cambiar las condiciones de los animales para convertirla en un centro de rehabilitación y conservación de la especie.
No obstante, señala, la propuesta fue rechazada, por ello lanzó una campaña mundial para recoger firmas alrededor del mundo y exigir el fin de la crueldad contra esa especie de tortugas marinas.
Uno de los objetivos de la WASP con respecto a este problema es la transformación de la granja en un modelo positivo para la conservación del patrimonio marino, como lo es esta especie.
Por ello, hicieron un llamado a la sociedad mundial para que se manifieste en favor de la campaña, a fin de generar un cambio para esos animales marinos y el turismo de esa región, enfatiza el doctor Roberto Vieto, oficial de los programas de WASP para la región.
La Sociedad Mundial para la Protección Animal (WASP, por sus siglas en inglés) busca crear un mundo donde el bienestar animal importe y la crueldad llegue a su fin, mediante campañas de colaboración y efectivas con socios locales, nacionales e internacionales y participación activa en foros mundiales.
WASP tiene estatus consultivo ante el Consejo Europeo y colabora con gobiernos nacionales en las Naciones Unidas.
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