Reforma judicial deja sin protección a periodistas: Jan Albert Hootsen
CUERNAVACA, Mor., 24 de mayo 2018.- Con motivo de la supuesta agresión de parte del candidato Cuauhtémoc Blanco contra compañeros del área de noticias, el IMRyT realizó el siguiente comunicado:
«Posicionamiento del Instituto Morelense de Radio y Televisión (Imryt) con relación a las agresiones del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Cuauhtémoc Blanco Bravo, hacia reporteros de la Dirección de Información y Noticias de los medios públicos de Morelos.
«El Instituto Morelense de Radio y Televisión (IMRyT) es un medio público que cumple con los principios establecidos por la UNESCO para con la ciudadanía: ser canales y frecuencias educativos, culturales y de servicio público, lo que nos ha permitido en los últimos cinco años consolidarnos como un medio de comunicación con más de 15 reconocimientos a nivel estatal, nacional e internacional por nuestros contenidos, inclusión y pertinencia en el quehacer comunicacional.
«En lo que corresponde a nuestra obligación de informar de los sucesos que cotidianamente se registran en Morelos, México y el mundo, este ejercicio se ha realizado de manera profesional con el único compromiso de mostrar los hechos como se presentan, siempre en respeto a los derechos de nuestras audiencias, lo que se puede constatar en los tres noticieros que de lunes a viernes se transmiten tanto en radio (cuatro emisoras) como televisión y plataformas digitales.
«En este contexto, expresamos nuestro rechazo y condena a la agresión verbal que enfrentaron compañeros del equipo del noticiero Visión Informativa, (reportera y camarógrafo) por parte del candidato a la Gubernatura por la Coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PES-PT) Cuauhtémoc Blanco Bravo, quien en un acto proselitista realizado con transportistas el pasado 23 de mayo en el Jardín Huayacán del municipio de Jiutepec, lanzó amenazas contra nuestros compañeros, señalándolos de ser “espías del gobernador”, retando y utilizando groserías al dirigirse al camarógrafo, azuzando a sus simpatizantes de ubicarlos como los mensajeros oficiales, “orejas” del gobierno, y en consecuencia colocarlos en riesgo de ser agredidos, físicamente, como estuvo a punto de ocurrir», señaló.
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