Dan el skateboarding y el IMSS un giro a la vida de Emilia Ojeda
El beisbol mexicano, hemos escrito, pasa por un muy buen momento cuando se vive un resurgimiento, tanto en la Liga de Verano (LMB), como en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), con la construcción de nuevos estadios y la llegada también de una nueva generación empresarial que trae e impulsa nuevas ideas.
Hoy acude más gente a los estadios, en el verano el equipo más taquillero es Sultanes de Monterrey con un promedio de 16 mil aficionados por juego, seguido por Leones de Yucatán con 9 mil y Toros de Tijuana con 8 mil, Acereros con 7 mil, mientras que en la Liga del Pacífico Tomateros, Naranjeros, Águilas y Charros se llevan las palmas.
Los de Culiacán con su nuevo estadio superaron los 600 mil aficionados durante el pasado año. En la Liga Mexicana del Pacífico, durante la era de presidente de Omar Canizales, se vive una transformación donde la visión de negocio es un elemento que se hace presente, a la vez que ha llegado una nueva generación de empresarios que ha venido a oxigenar la forma de organizar el beisbol, cuando se busca que haya más espectáculo sin que se pierda la esencia del juego de la pelota. Y la consecuencia es más gente en los estadios.
Por ejemplo, tanto en Hermosillo, como en Guadalajara y Culiacán, un buen número de gente que va al estadio lo hace en razón del ambiente familiar y social que se vive allí, para la juventud se está convirtiendo en un centro de reunión y de socialización. Aquello se vive una pasarela. Parece por momentos desfile de modas.
Tensiones y conflictos
Pero al mismo tiempo se advierten conflictos al chocar dos visiones, la tradicional con la nueva generación. Obviamente que hay intereses creados que se ven afectados y que se manifiestan cuando los dueños de Diablos Rojos del México, Guerreros, de Oaxaca, Tigres de Quintana Roo y Sultanes de Monterrey arman un frente contra los de Tijuana y de Mérida, y han amenazado con separarse de la LMB.
Aparentemente el tema es la participación de jugadores de doble nacionalidad (méxico-americanos) contra los que quieren que sólo sean puros peloteros mexicanos.
Al mismo tiempo en la LMB se ha hablado de la necesidad de reducir dos o cuatro plazas ante la bancarrota en que se encuentran sus clubes y que han sido sostenidos por los gobiernos estatales.
Los dueños de jugadores
Un problema delicado que empieza a agudizarse es la tensa relación que mantienen los propietarios de las dos ligas.
Pareciera que en la LMB existe toda la intención de ahogar a la LMP. No sé si sea una actitud mezquina, pero de que la hay la hay, basta revisar comentarios que emiten algunos de los propietarios de los equipos de la liga de verano, como Gerardo Benavides, de Pericos de Puebla.
Los propietarios de equipos de la Liga Mexicana de Beisbol son los dueños de los contratos de los jugadores y que tradicionalmente han prestado a sus similares de la Liga Mexicana del Pacífico, pero durante las últimas temporadas estos han prohibido a varios jugadores que no jueguen en invierno, como lo hacen Leones de Yucatán y Pericos de Puebla. Charros de Jalisco sufrió este año la ausencia de Orlando Lara por esa razón.
El pasado año fue Juan Salvador Delgadillo. Hay varios equipos de la LMP que enfrentan este problema y seguramente tiende a agravarse, porque los dueños de equipos de la LMB dicen que ellos no tienen interés alguno en este beisbol y prefieren que sus jugadores, principalmente lanzadores, descansen en invierno para que cuando regrese la temporada de verano, sus brazos estén descansados.
¿Cómo resolver este problema? Ese es el gran dilema de los dueños de equipos de la LMP, quienes tendrán que buscar una fórmula para que el espectáculo que han mejorado no decaiga, una salida podría ser traer más jugadores de doble nacionalidad y extranjeros frente al boicot que enfrentan. O podría ser el momento de formar a sus propios jugadores con una visión de mediano y largo plazo, cambiando las reglas con las que han jugado durante toda la vida, pero bueno, está la vía del diá- logo inteligente, pero si el doble discurso sigue y las trabas las siguen colocando, algo diferente tendrán que hacer los directivos de la LMP.
@bourjack