
De frente y de perfil
Aunque el modus operandi es conocido entre quienes compran o venden automóviles, esa percepción del “a mí no me pasará” o la idea de tener “todo bajo control” lleva a bajar la guardia y ser vulnerable al fraude o robo.
En uno de los escenarios, los delincuentes ofrecen “gangas” de vehículos de modelos recientes por una supuesta urgencia personal. Entusiasmada, la víctima entrega un adelanto como apartado, en cuyo caso no vuelve a tener contacto con el vendedor, o paga el automóvil, recibe la documentación, pero resulta ser falsa y el auto era robado.
Del fraude pasa el encubrimiento por receptación, un delito atribuible a quienes están en posesión de bienes producto de otro ilícito.
Otra estrategia delictiva: los asaltantes identifican a quienes venden un auto, pactan las condiciones de compra —al precio incluso no le regatean— y cuando acuden a la transacción con violencia despojan al propietario de la documentación ya endosada y roban el vehículo.
Comprar y vender sin miedo es un derecho básico fortalecido con la prevención personal y la disposición institucional para desplegar estrategias y herramientas contra el robo de vehículos.
La reapertura del Módulo de Compra Segura de Automóviles en la Ciudad de México representa una garantía de seguridad en la negociación. “Es un avance más para la construcción de la paz y seguridad, para disminuir el delito de robo de vehículos”, mencionó la Jefa de Gobierno, Clara Brugada.
En ese espacio, en veinte minutos agentes de la Fiscalía General de Justicia revisan la documentación, placas y número de serie para garantizar la legalidad del auto y descartar que tenga reporte de robo.
El resultado, además de la tranquilidad del comprador o vendedor, es la oportunidad de devolver a la ciudadanía la confianza en una actividad tan normal como comprar o vender un vehículo sin convertirse en víctima, y forma parte de un modelo de combate al delito.
De acuerdo con las estadísticas presentadas en el informe de seguridad, en la CDMX el robo de vehículo con y sin violencia disminuyó 57.9 por ciento en el periodo enero-mayo de este año respecto de los mismos meses del 2019.
Como parte de esa estrategia, en la capital nacional el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) opera 340 arcos con 833 sensores para la detección de placas vehiculares con reporte de robo y a través de los reportes al 9-1-1 activa una red de búsqueda en tiempo real de los autos robados. En promedio, cada mes atendemos más de mil 100 casos.
Los módulos y las herramientas tecnológicas son una arquitectura panóptica en sentido positivo, espacios de vigilancia focalizada donde la certeza de la observación inhibe el delito y garantiza el derecho a comprar o vender sin miedo.