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BERLÍN, 15 de junio (Quadratín México).- La policía turca desalojó hoy a los manifestantes que ocupaban el Parque Gezi y la cercana Plaza Taksim, quienes horas antes habían prometido mantener su campamento, pese a la oferta del gobierno de suspender la reurbanización del lugar.
La intervención policial se produjo luego que el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan advirtió en la mañana a los manifestantes que evacuaran ambos sitios en la ciudad de Estambul, pues si no lo hacían “las fuerzas de seguridad saben cómo limpiar” el área.
En un lapso de 30 minutos, al anochecer de este sábado, la policía antidisturbios dispersó a los manifestantes de las áreas ocupadas, para lo cual utilizó cañones de agua y gases lacrimógenos, de acuerdo con reportes del diario local Today’s Zaman.
Una vez que los manifestantes salieron de Gezi y Taksim, máquinas excavadoras recogieron decenas de coloridas tiendas de campaña abandonadas, las cuales fueron instaladas allí desde la semana pasada para evitar la destrucción del parque.
Según los reportes, los manifestantes pusieron poca resistencia ante la presencia de los oficiales de la policía, quienes al llegar pidieron -a través de altavoces- que abandonaran el parque y la plaza lo antes posible, pues “esta ocupación es ilegal”.
En un comunicado, la oficina del gobierno de Estambul indicó que 29 personas fueron hospitalizadas después de la operación policial, pero aclaró que ninguna de ellas estaba en estado grave.
Este sábado, Erdogan había reiterado su advertencia a los manifestantes que ocupaban Gezi y la adyacente Taksim, para que se fueran de ahí antes de la segunda reunión del gobernante Partido Justicia y Desarrollo, prevista para mañana domingo.
Sin embargo, poco después los manifestantes desafiaron el llamado del primer ministro y prometieron mantener su campamento, a pesar de que hace dos días el gobierno incluso anunció que suspendería el proyecto urbano, en un intento por desalojar el parque.
Las protestas, que han derivado en violentos choques entre manifestantes y policías, comenzaron hace dos semanas después del anuncio de un proyecto de reurbanización en el área que ocupa el Parque Gezi.
El gobierno turco afirma que se trata de un movimiento desestabilizador, de cara a los próximos comicios en el país, por lo que prometió actuar contra los “instigadores”.
Esta semana, Erdogan se reunió con ambientalistas que se han unido a las protestas para tratar de hallar una solución, pero sin los líderes de los manifestantes, quienes se negaron a sentarse en la mesa de diálogo.
En el marco de esas conversaciones, surgió una propuesta para llevar a cabo un referéndum ciudadano sobre el futuro del Parque Gezi, en cuyo terreno se planea construir la réplica de un cuartel militar de la época otomana.
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