Genio y figura
No si queremos que sigan prevaleciendo los derechos humanos sobre los intereses comerciales, grupales, facciosos, delincuenciales y mezquinos.
La más reciente ocurrencia de Morena en el gobierno ha sido proponer la reforma a la Constitución y con ello, dejar de dotar de autonomía no solo a órganos tan relevantes como el INAI, Banco de México e INEGI, sino incluso a las propias universidades públicas del país.
La falacia de la que parte el oficialismo es que los Órganos Constitucionales Autónomos (OCA’s) han defendido intereses empresariales y avasallado a la sociedad, cuando en realidad es todo lo contrario: los OCA’s han frenado los abusos y excesos del poder económico y político, en aras de hacer observables y exigibles los derechos humanos.
No podríamos entender los avances en materia social y democrática en México si no fuera por los OCA’s, que han permitido tomar decisiones en beneficio general y seguir criterios técnicos y objetivos, en lugar de creencias y supercherías.
La intención de Morena es regresar a México al Porfiriato, cuando el poder era absoluto, no tenía ningún freno ni contrapeso y solo la voz de un hombre se escuchaba. Pero eso ya no es posible.
En primer lugar, porque la oposición en el Congreso de la Unión no permitiremos que sean aprobadas esas reformas retrógradas, mañosas y malintencionadas, pero, sobre todo, porque la ciudadanía no dejará que persona alguna le quite derechos y las garantías para defenderse. Por ello, no votará por Morena ni aliados a la presidencia ni a los cargos legislativos. Y tercero, el Poder Judicial de la Federación es el guardián de la constitucionalidad y no permitirá ninguna medida que vaya en contra de ella.
Si algo nos ha demostrado Morena es que México no permite ni tolera los excesos, por lo que la tendencia es a fortalecer a los OCA’s y a crear más, en aras de no permitir que la ignominia y la ignorancia vuelvan a gobernar y querer avasallar todos los controles y frenos.
Los órganos autónomos tienen un papel esencial en la consolidación del sistema democrático mexicano, en la protección de los derechos humanos, en la fiscalización de los recursos públicos y en la promoción de la estabilidad económica. Su autonomía garantiza la independencia imprescindible para cumplir con su labor, la cual contribuye al desarrollo y fortalecimiento de México.
La sociedad mexicana es la única beneficiada de su existencia y buen funcionamiento. Quien diga lo contrario defiende intereses grupales y personales. No hay más.
*Presidente Nacional del PRI.