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CIUDAD DE MÉXICO, 27 de noviembre (Quadratín México).-Integrantes del Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM) desarrollaron un material polímero con propiedades mecánicas a la flexión que podría ser usado en la industria médica y aeroespacial.
Se trata de una resina poliéster con nanoarcillas que por sus características podría ser aprovechada para fabricar agujas hipodérmicas que sustituirían a las de acero inoxidable y a los catéteres.
También por sus propiedades podría ser utilizado en la industria aeroespacial y de la construcción, explicó Antonio Sánchez Solís integrante del equipo que dirige Octavio Manero Brito.
Entre sus ventajas están el no usar métodos químicos, sino agua para separar sus “capas” para mayor interacción con ese “plástico” para lograr el aumento de sus propiedades mecánicas.
Con los nuevos procedimientos de fabricación de materiales compuestos de resina poliéster con nanopartículas en sustrato de agua, se pueden generar otros con propiedades mecánicas, ópticas, térmicas, o bien retardantes a la flama, entre otras.
El equipo de investigadores logró un material de resina poliéster con nanoarcillas, capaz de ser transformado por método de pultrusión, para producir este tipo de agujas, cuyo comportamiento es similar a las de acero inoxidable pero más baratas de producir.
Las agujas hipodérmicas elaboradas de poliéster con nanoarcillas tienen la ventaja que al ser usadas pierden el filo al entrar y salir de la piel, lo que no son susceptibles de reuso, explicó Sánchez Solís.
Lo que no sucede con las agujas convencionales, las cuales pueden representar cierto riesgo para el paciente, pues de acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en países pobres es habitual que se reutilicen las jeringas sin esterilizar.
Pero no sólo eso, además los pinchazos accidentales entre personal médico y de limpieza, y en consecuencia los más de un millón de individuos en naciones en desarrollo que fallecen cada año por algún padecimiento derivado.
Sánchez Solís destacó que una parte importante de este proyecto es el uso del método de pultrusión, técnica “que nos permite crear microperfiles, lo que hace que este material pueda aplicarse en otras industrias”.
En la construcción los microperfiles podrían aprovecharse en la edificación de un cine, donde los claros son muy grandes y deben cimentarse con fuertes estructuras para sostener los techos, áreas que resultan más costosas en inmuebles de este tipo.
Por sus “propiedades mecánicas son excelentes, el techo pesaría sólo una tercera parte de lo normal, y el costo en materias primas se reduciría drásticamente”.
En la industria aeroespacial, con esta formulación hecha con el método de pultrusión, podrían obtenerse módulos grandes de plástico de gran resistencia, que sustituirían extensas partes metálicas de las naves.
“Si hiciéramos varillas para la construcción con estos microperfiles las edificaciones serían más ligeras, o bien, podrían levantarse los muelles en los puertos, con la ventaja de que este material no se corroe ni oxida con el agua salada”.
Además, gracias a los materiales nanoestructurados este grupo ha fabricado envases de plástico para cerveza de baja permeabilidad a los gases, con la ventaja de que pesan 20 gramos, contra los 200 gramos del vidrio.
En un comunicado de la UNAM, se indica que los universitarios ya cuentan con el número de registro de patente (proceso en trámite) para las agujas hipodérmicas; “el desarrollo está listo para hacer un convenio o venderlo a la industria”.
La investigación forma parte de la tesis doctoral de Alejandro Rivera, quien recibió en 2010 un premio al patentamiento en la UNAM (del Programa para el Fomento al Patentamiento y la Innovación, de la Coordinación de Innovación y Desarrollo), comentó Manero Brito.
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