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MONTERREY, 8 de septiembre (Quadratín México).- Especialistas de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) desarrollan una línea de investigación de alto nivel, para buscar entre los niños mexicanos, marcadores genéticos asociados a la obesidad.
La institución de educación superior indicó que se entiende por obesidad y sobrepeso, una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede llegar a causar trastornos a la salud.
Refirió que en el caso de la obesidad infantil, se define como una acumulación de grandes cantidades de grasa, especialmente en el tejido adiposo y que se observa por el aumento del peso corporal, al alcanzar un 20 por ciento más del peso ideal según la edad, talla y sexo.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad y el sobrepeso han alcanzado signos de epidemia a nivel mundial, añadió.
En México, apuntó, las principales víctimas de estos padecimientos son los niños, pues entre 1999 y 2006, el sobrepeso y la obesidad aumentaron un 40 por ciento en infantes de entre 5 y 11 años.
Ante esta grave situación, el investigador de la Facultad de Ciencias Químicas, Isaías Balderas Rentería, desarrolla un proyecto con el nombre de “Búsqueda de marcadores genéticos asociados a la obesidad”.
Dijo que este trabajo tiene que ver con la población en general, pero particularmente, esta línea de investigación está enfocada a niños de 6 a 11 años.
“Aquí en el laboratorio de ingeniería genética y genómica de nuestra Facultad, ya llevamos varios años trabajando en buscar marcadores genéticos en la población, que pudiesen tener injerencia en enfermedades y la asociación que posiblemente tendrían con estos padecimientos”, comentó.
Un marcador genético, explicó, es un fragmento de ADN (Ácido Desoxirribonucleico) con una ubicación física identificable en un cromosoma y cuya herencia es posible examinar.
Esto permite comprobar polimorfismos (variaciones) en la secuencia del ADN entre los individuos, aunque no modifiquen su fenotipo, que son los rasgos particulares y genéticamente heredados de cualquier organismo, que lo convierten en único e irrepetible en su especie, agregó.
Expuso que desde la publicación del genoma humano, se ha encontrado que, tales polimorfismos, están involucrados en las variaciones entre las poblaciones humanas, marcando diferencias como la pigmentación de piel, el color de ojos, el color de pelo, que seamos unos más bajos, otros más altos, con diferente contextura corporal o variados rasgos faciales.
Pero lo más importante de esta revelación, dijo, fue que se descubrió que esas variaciones genéticas, también tenían que ver con la resistencia de las personas a las enfermedades.
Por ejemplo, indicó, se descubrió que había etnias genéticas en las que, un fragmento de la población podía ser mucho más susceptible a desarrollar cierto tipo de padecimientos como: cáncer, diabetes, obesidad, hipertensión, a diferencia de otra parte de la población.
“Nosotros nos enfocamos a buscar en la población mexicana, porque cada país ha estado trabajando en buscar esas variaciones en sus razas, como los europeos, los asiáticos, los americanos, y es muy importante que nuestro país también analice las variaciones en su propia estirpe”, enfatizó.
Recalcó que la obesidad es considerada como la enfermedad del siglo XXI, en la cual influyen muchos factores, como el sedentarismo, el tipo de alimentación, entre otros; pero el interés de esta investigación está basado en el factor genético.
“La tendencia de esta rama de la medicina, es precisamente que las personas conozcan los peligros a los que están expuestas al sufrir determinadas enfermedades como la obesidad y que tomen conciencia de no añadir más riesgo a su predisposición genética al desarrollo de este padecimiento “, dijo.
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