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CIUDAD DE MEXICO, 21 de agosto (Quadratín México).- Los priistas Pedro Joaquín Coldwell y Jesús Murillo Karam calificaron de “desastrosas” para el país las amenazas de estallido social vertidas por la coalición que respalda la exigencia de Andrés Manuel López Obrador al Tribunal Electoral de que se anulen las elecciones.
“El horno ya coció los bollos, y la ciudadanía ya dijo quién tiene la mayoría”, apuntaron los priistas después del alegato en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), en el que el dirigente del PRD, Jesús Zambrano sostuvo que “el horno no está para bollos”, en alusión a un estallido social post-electoral, en caso de que la autoridad ratifique el triunfo de Enrique Peña Nieto.
En conferencia de prensa, Coldwell calificó de grave error la pretensión de los partidos que respaldan a López Obrador de “amedrentar a la sociedad con supuestos estallidos sociales, no hay ninguna base para que esto suceda, son elecciones en que se respetó su derecho a competir, la gente decidió y ha llegado el momento de que, como una democracia madura, los candidatos que no ganaron acepten su derrota”.
Hizo énfasis en que esas actitudes radicales no contribuyen “al buen clima social del país”, pues la elección del pasado 1 de julio fue válida y legítima porque se llevó a cabo por órganos autónomos, bajo nuevas reglas electorales de equidad, ante lo cual los “agravios” presentados por el PRD resultan “frívolos y sin sustento”.
Por su parte, en su calidad de coordinador de la defensa del triunfo de Peña Nieto, el hidalguense Murillo Karam, manifestó el respeto y respaldo del PRI a la participación ciudadana de organizaciones como #YoSoy132, pero advirtió que sería desastroso para el país que se destruyeran los avances en democracia que se han alcanzado en México.
“Hemos legislado sobre los derechos de los organismos, los respetamos y aplaudimos, la participación de la sociedad desde cualquier perspectiva nos parece útil, no nos afecta, lo grave y desastroso para el país sería que destruyéramos todo el espectro democrático que hemos armado durante muchos años y mucho esfuerzo, porque sería sustituido por un sistema autoritario, impositivo”.
Tanto en el IFE como en el TEPJF se deben de medir la calidad de las pruebas dentro del estado de Derecho, “la pretensión de modificar las reglas es atropellarlas”, dijo, por eso “esta elección tiene que ser calificada en cuanto a participación y libertad y legalidad de la mayoría, no podemos mediante amenazas o presiones a la sociedad o tribunales, pretender imponer un capricho por encima de la voluntad mayoritaria de la ciudadanía”, subrayó Murillo Karam.
Finalmente, manifestó el respeto del PRI al derecho de manifestación de los mexicanos, “confiamos en la madurez de la gente en un marco de civilidad y respeto, pero pensamos que la gente no puede ser rehén de un conflicto post electoral resultado de un capricho. alargar esto iría en detrimento del país, hay tiempos en la vida de las naciones para competir y hay tiempos para avanzar en la construcción de políticas públicas. Una vez que el IFE ha contado los votos y los magistrados han resuelto, hay que darle vuelta a la hoja y dar paso a enfrentar los graves problemas a los acuerdos políticos”.
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