
De frente y de perfil
Ahora la atención de Donald Trump está en la guerra entre Israel e Irán. Si decide apoyar la ofensiva militar israelí, Trump podría empujar al mundo a la antesala de una Tercera Guerra Mundial.
Después del intento fallido de los líderes del G7, por arrancarle al mandatario estadounidense una declaración que ayudara a despresurizar el conflicto bélico en Medio Oriente, Trump regresó a su país y según información de medios locales, convocó al Consejo de Seguridad Nacional y pidió preparar la sala de crisis de la Casa Blanca; también tiene tropas esperando su indicación para sumarse a la ofensiva israelí.
Por lo pronto, el mandatario ordenó la evacuación inmediata de Teherán, capital de Irán.
Para varios analistas como el politólogo conservador, Tucker Carlson: Si Trump le hace caso a Benjamin Netanyahu, Primer ministro de Israel, y arrastra a Estados Unidos a una ofensiva militar contra Irán, sería la caída del imperio estadounidense como lo conocemos y en la práctica, pondría fin a su mandato presidencial.
Días antes, el presidente de Estados Unidos estaba agobiado por las protestas masivas contra su política represora de migrantes mexicanos y de otras nacionalidades, las protestas fueron conocidas como: No kings, sin reyes, en rechazo al comportamiento del magnate como un dictador, más que como un presidente electo en un regimen democratico.
Ahora que el conflicto en Medio Oriente escaló, las protestas en Estados Unidos que se nombraron -de forma espontánea-: No kings, pasaron a segundo plano, sin embargo, por el nivel de amenazas que se han lanzado los líderes de Israel e Irán, la tensión mundial es muy alta.
El gobierno de China ha externado su oposición a la intervención militar de Estados Unidos en Medio Oriente, abogando por la resolución pacífica de los conflictos en la región y por la no injerencia en los asuntos internos de otros países, respetando la soberanía de cada nación.
El problema es que para el presidente de Estados Unidos, pareciera que la guerra, es un jugoso y llamativo juego, en el que debe ser invitado como protagonista, y el ejemplo inmediato fue el acalorado encuentro en la Casa Blanca, con el presidente Volodymyr Zelenzki de Ucrania, nación que libra una batalla contra Rusia.
Al margen de considerar otros conflictos como la guerra entre India y Pakistán, lo más preocupante es que, de seguir escalando el conflicto en Medio Oriente con la intervención de potencias apoyando, a Israel o a Irán, el mapa mundial puede pasar del movimiento regional: No Kings, sin reyes, a una realidad global que nadie desea: No kingdom, sin reinos que gobernar.