Desde el Gobierno no quieren dejar de ser corruptos: GPPRD

CIUDAD DE MÉXICO, 18 de junio de 2016.- Con su lamentable espectáculo de oponerse a combatir realmente los delitos contra la administración pública, en el marco del Sistema Nacional Anticorrupción, el PRI, el PVEM y sus aliados se desnudan cada vez más ante la sociedad como partidos deshonestos que insisten en seguir saqueando las arcas nacionales, afirmó el diputado del PRD Omar Ortega Álvarez.

Señaló, según un comunicado, que la obstinada resistencia del grupo gobernante a la transparencia y fiscalización de los recursos que maneja, no puede sino exhibirlo tal cual es ante una sociedad que, en la mayoría y en el mejor de los casos, se da cuenta de ello por sus nulos o escasos resultados en el país y en las entidades donde gobierna, y en el peor, por sus continuos derroches, como en el Estado de México.

Sin ser la panacea, la iniciativa ciudadana 3de3 era una aportación a frenar este saqueo obligando a los funcionarios a transparentar con cuánta riqueza entraban y con cuánta salían mediante tres manifestaciones públicas –declaración patrimonial, fiscal y de conflicto de interés–, para así comprobar que, al término de su gestión, tal riqueza se ajustara a sus ingresos y no hubiesen utilizado su cargo para incrementarla ilegalmente.

Pero de última hora, los mencionados partidos incluyeron que las empresas contratadas por el gobierno también hicieran sus tres declaraciones, con el supuesto propósito de evitar que, desde el lado del sector privado, hubiera tentaciones o inducciones a la corrupción.

Con ello –dijo Ortega Álvarez–, el grupo gobernante reconoce que es corruptible y es corrupto porque del otro lado hay corruptores. En venganza por ser exhibido, ahora quiere que también los corruptores queden expuestos al escarnio público, por lo que también deben presentar su 3de3.

Para Ortega Álvarez, la novedad en esto no es que ambas partes sean corruptibles, corruptoras y, a fin de cuentas, corruptas, sino que uno de ellas lo reconozca abiertamente con la exigencia de que su cómplice –una parte del sector empresarial– también sea exhibido.