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CARACAS, 21 de enero (Quadratín México).- Un comunicólogo se dio a la tarea de sumar el tiempo que los venezolanos han escuchado por radio o televisión al presidente Hugo Chávez. Midió las transmisiones y retransmisiones que 2 mil 345 cadenas nacionales han hecho del presidente entre los años 2000-2012 y concluyó que el discurso equivale a más de 90 días sin parar de hablar.
La investigación fue realizada por Marcelino Bisbal, director de posgrado en Comunicación de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, quien se pregunta “¿qué puede estar pasando ahora con Chávez, que de tan público pasó a tan privado?”.
Advierte que, contrario a su costumbre y a la naturaleza misma de un régimen personalista, desde hace poco más de un mes ni se ve ni se oye al mandatario en los medios. “Eso no había ocurrido ni siquiera en las anteriores ocasiones en las que Hugo Chávez viajó a Cuba a operarse o a recibir tratamiento.
Recordó que desde que el presidente Chávez acudió a La Habana, para tratarse de cáncer, se han emitido 29 boletines escuetos y llenos de expresiones vagas.
“Los da el periodista Villegas, no el doctor Villegas”, dice irónico Bisbal aludiendo tanto al ministro de información, Ernesto Villegas, como a la reticencia del oficialismo en permitir que sus portavoces sobre este tema sean médicos acreditados.
El comunicólogo señala que en el Gobierno venezolano pocos conocen –fuera de un grupo de privilegiados–, la verdadera condición del presidente.
El control de filtraciones sigue siendo prioridad. En una entrevista con el diario Correo del Orinoco, órgano del Ministerio de Información, Maryclen Stelling, socióloga y directora de un observatorio de medios cercano al chavismo, concedía el domingo que en los comunicados oficiales “no se profundiza en la salud del presidente, no se conoce si su gravedad se debe al cáncer que tiene o a las complicaciones posoperatorias”.
Hay quienes piensan que el éxito momentáneo del control de la información y la postergación de los datos médicos no ha hecho más que enconar los conflictos del futuro. Lo dice Antonio Pasquali, comunicólogo y ex subdirector general del sector de Comunicaciones de la Unesco: “Este secretismo es como un cometa con larga cola. El núcleo es pequeño, lo que se oculta sobre la salud de Chávez, pero la cauda es de miles de kilómetros: sobre este engaño se asentó el continuismo de un Gobierno que cesó de serlo el pasado 10 de enero. Cuando la verdad se revele, todo se derrumbará como un castillo de naipes”.
Especulaciones y rumores, contrapartes inevitables del vacío de información, infestan hoy las calles de Caracas: mientras en Miami, la cadena de habla hispana Univisión aseguraba que Chávez había sido trasladado a un búnker en La Habana, en Caracas se habla de preparativos para recibir al “paciente” en el hospital Militar de la capital venezolana.
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