
Teléfono rojo
La vida es un juego y los juegos …
Está a discusión si la vida es un sueño, un juego o un sueño en el que jugamos. Siendo prácticos, por el momento dejemos a un lado la duda y hablemos de un juego muy antiguo de origen chino llamado en inglés GO-cuyo nombre en cualquier idioma asiático jamás seré capaz de escribir o pronunciar- que trasladamos literalmente al español los mexicanos.
Me temo que heriré muchas sensibilidades, pero el GO es un juego más complejo que el ajedrez de hecho es considerado como el juego más complejo jamás inventado y es famoso por ser difícil de jugar por los programas en computadoras. Para un número creciente de analistas políticos y geopolíticos, la situación global actual se explica también de otra forma: occidente juega Ajedrez, oriente juega al Go.
GO es un juego de tablero y estrategias con más de 2 mil 500 años de vida. El juego era considerado una de las Cuatro Artes Tradicionales de los eruditos chinos, junto con la caligrafía, la pintura y la interpretación del instrumento musical guqin.
Los jugadores se alternan colocando las fichas (originalmente piedras) sobre las intersecciones vacías de un tablero cuadriculado de 19×19 líneas. El objetivo es muy simple; tener mayor área en el tablero que el oponente. Hay fichas negras y blancas, comienzan las negras y una vez colocadas nunca se mueven durante el juego. Una ficha o cadena de fichas del mismo color es capturada y retirada del juego si después de una jugada no posee intersecciones vacías adyacentes, esto es, si se encuentra completamente rodeada por fichas del color contrario en todas sus intersecciones directamente adyacentes. Como ven, las reglas básicas (se pueden formular de distinta manera, pero al final esencialmente se reducen a lo que describimos) son sencillas, pero ser un competidor de talla internacional implica mucho estudio y capacidad de estratega. Por su ejecución, el juego permite un número mayor de posiciones distintas al número de átomos estimados en el universo.
Para el veterano jugador Demis Hassabis, marzo de 2016 trajo el partido más difícil de su vida y ni siquiera jugó él directamente. Hassabis tuvo que mirar desde la barrera como su creación, el programa informático AlphaGo, jugaba en su lugar contra Lee Sedol el campeón mejor clasificado de Go. La computadora y (¿ él?) ganaron desde el primer juego, marcando una gran victoria para el campo de la inteligencia artificial.
La computación que hace falta para poder manejar semejante tamaño de operaciones ha de ser muy avanzada. No basta con un ordenador capaz de calcular, por fuerza bruta, todos los movimientos. Es necesario «aprender» y actuar en consecuencia para poder tener la más mínima oportunidad en el GO. Hasta la fecha, se decía que el GO era una de las razones por las que las máquinas nunca superarían al hombre. Ya se probó que las computadoras pueden superar esta barrera.
Como cofundador de DeepMind, la firma con sede en Londres que desarrolló AlphaGo, Hassabis estaba eufórico y aliviado. La victoria real fue demostrar al mundo el poder del aprendizaje-máquina y en general de la inteligencia artificial para solucionar problemas globales complejos que beneficien a la humanidad.
En lo que llevamos de 2017 apareció en el medio un jugador invencible llamado Master(P) que ha vencido a todo mundo vía web, se sospecha que es un bot (programa informático imitando a un ser humano) creado a partir de AlphaGo, por Google y probado en secreto como inteligencia artificial con los jugadores oponentes, la ética está en juego.
En lo personal mi investigación científica se relaciona con la inteligencia artificial y tengo la sensación constante de dos cosas; el desarrollo de inteligencia artificial tiene un ritmo muy acelerado y la ética que lo debiese acompañar no aparece siquiera en el horizonte para prevenir males mayores.
Es por esta razón que Demis Hassabis es el segundo “top 10” para Nature en 2016.