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CIUDAD DE MÉXICO, 16 de febrero de 2022.- La búsqueda de una mujer tras ser secuestrada, es uno de los cientos de casos que ocurren diariamente en México, un país en donde —de acuerdo con cifras oficiales—, la crisis de desaparición forzada afecta a más de 90 mil 600 personas.
Este fenómeno visto como más que una violación de los Derechos Humanos, es tratado y llevado al escenario en Deshuesadero Suite, obra teatral no verbal inspirada además en el tráfico humano, que se estrena este jueves en el Teatro Sergio Magaña en la colonia Santa María la Ribera.
“Es una obra que está inspirada en el tema de la desaparición forzada y la trata, el tratamiento que le damos al trabajo es a partir del uso de máscaras y objetos, es un espectáculo silente, musical, que nace de una residencia de tres actores mexicanos en California”, expresó en entrevista Alfredo Romero, uno de los creadores e intérpretes.
Para llevar la temática al espectáculo presencial tras una temporada virtual en 2021 por la pandemia de Covid 19, Carolina Pimentel, Alfredo Romero y Daniel Loyola, integrantes de la compañía Deshuesadero T y autores del proyecto, exploraron e investigaron durante tres meses para el proceso de dramaturgia.
“Fuimos rescatando diferentes situaciones, circunstancias, personajes, elementos en general que nos permitieran detonar un juego escénico.
Cómo surge
“Entre muchas otras cosas, nos preguntábamos si se podía sentir compasión por la víctima, finalmente creemos que hay una situación de desbordamiento y quisimos jugar con esa imagen de algo que se desborda, el conflicto de las desapariciones es fuerte en México y en muchos otros países de Latinoamérica, y una pregunta que surgía era cuál podría ser la diferencia entre sufrir una pesadilla y bailar con la pesadilla”, comparte el actor.
A partir de ahí, el proceso los llevó a que el espectador pueda sentir a través de la máscara, el objeto, y la música, la incomodidad sobre la realidad que acecha a las sociedades y la impunidad en la que permanecen las desapariciones.
“A veces de tanta información y de tanta imagen y noticia que vemos diario respecto al tema, no quedaría más que reír, no de gusto si no de incongruencia, reír de desconcierto. Hay una lógica que no cabe en la cabeza y es una risa nerviosa, de incredulidad, entonces optamos por jugar con ese tono y fue por eso que decidimos darle un tratamiento con máscaras, con música y principalmente a partir de la imagen.
Definida por Alfredo Romero como un trabajo bastante contemplativo, Deshuesadero Suite exhibe a una mujer que es acechada por un par de traficantes que raptan a la chica y la meten a un costal y este costal empieza a volverse en un personaje también de la obra.
“Un poco inspirados en estas terribles imágenes de las bolsas en las que aparecen cuerpos, nosotros buscamos retomar, teatralizar el elemento, ese objeto de la bolsa, usamos costales y lo convertimos en un personaje.
Hay alguien dentro del costal que no sabemos quién es, que no sabemos que está haciendo, pero ahí está, latente, latiendo, de ahí nació. De ahí viene Deshuesadero, llegamos a la palabra como estos lugares a donde se llevan los carros que ya no sirven y quedan como chatarra, una analogía o una asociación de estas fosas clandestinas que aparecen a cada momento en estos tiempos”, comparte.
La pieza nacida en 2019 se va contando y narrando acompañándose de música, para que, en algún momento, el público reconozca a través de este espectáculo, está pasando algo.
“La intención de jugar con este estilo musical es que la gente se interese por aquello que está mirando y en algún momento reconozca que, a pesar de ser atractivo, en algunos momentos contradictoriamente cómicos, está pasando algo que no está bien”.
Objetos y máscaras
En el escenario, las máscaras y los objetos de Deshuesadero Suite juegan a ser extensiones, títeres, tener vida misma y contar historias.
“A lo que nosotros jugamos es a eso, a las máscaras y a los objetos, los teatralizamos, los dotamos de vida y nos apoyamos de ellos para contar la historia que queremos contar.
En particular, todos los objetos que usamos en escena son objetos que hemos investigado durante bastante tiempo que hemos explorado a partir de improvisaciones, de laboratorios, es decir, los actores hemos jugado físicamente con ello hasta sacarle todo el jugo que podemos”, sostiene el autor.
En esta danza de búsqueda que exhibe la atrocidad de las desapariciones y el tráfico, uno de los personajes acercará más al espectador a una sátira menos cruel que la de afuera, por lo que el uso de máscaras dota de carácter a los personajes.
Finalmente, Alfredo Romero explica que parte de la inspiración para el montaje son esas mujeres que todos los días salen a buscar a un ser querido.
“Esa madre, que para nosotros como imagen es muy poderosa porque finalmente son las madres las que han hecho los colectivos, son las madres las que se han organizado, han buscado, se han hecho de horarios, estrategias y rutas para ir en busca de un ser querido, podría ser el hijo de alguien, el hijo de esa madre, pero también podría ser el hermano de cualquier persona, o el amigo, el maestro.
Se mete en un lugar donde no sabe qué es lo que va a encontrar o si va a encontrar algo”, concluye.
La obra ofrecerá 8 funciones presenciales del 17 al 27 de febrero 2022
Dónde:
Teatro Sergio Magaña, Sor Juana Inés de la Cruz 114, Santa María la Ribera
Jueves y viernes a las 20 horas
Sábados 19 horas y Domingos 18 horas
Un espectáculo para adolescentes y adultos
FB: @deshuesaderosuite IG: @deshuesaderosuite