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CIUDAD DE MÉXICO, 2 de febrero de 2021.- El pasado 20 de enero, el gobierno de Biden Harris dio los primeros pasos de una iniciativa amplia y común a todo el gobierno para reformar finalmente el sistema inmigratorio, que incluye enviar al Congreso legislación por el cual se establece una vía para la obtención de la ciudadanía para los casi 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos y contribuyen a él.
Este martes, el Gobierno anunció una serie de medidas adicionales que está tomando para reconstruir y fortalecer nuestro sistema inmigratorio.
Las medidas se basan en las órdenes ejecutivas que el presidente dictó durante los primeros días en la función, que incluyen pasos orientados a preservar y reforzar las protecciones para los “Dreamers” [Soñadores], terminar con la prohibición relativa a personas musulmanas y africanas, detener la construcción del muro en la frontera y proteger a ciudadanos liberianos que viven y trabajan en nuestro país. El primer día de su gestión, el presidente también envió al Congreso la Ley sobre Ciudadanía de Estados Unidos (United States Citizenship Act), que procura modernizar nuestro sistema inmigratorio y gestionar de manera inteligente nuestras fronteras, a la vez que se abordan las causas fundamentales de la inmigración.
La estrategia del presidente Biden se centra en la premisa básica de que nuestro país es más seguro, más fuerte y más próspero si cuenta con un sistema inmigratorio justo, seguro y ordenado que acoge favorablemente a los inmigrantes, mantiene unidas a las familias y permite a las personas —inmigrantes recién llegados y personas que han vivido aquí durante generaciones— contribuir de manera más plena a nuestro país. El presidente Biden sabe que los nuevos estadounidenses impulsan nuestra economía, como innovadores y creadores empleo, se desempeñan en todas las industrias estadounidenses, y contribuyen a nuestra producción artística, nuestra cultura y nuestro gobierno.
Las órdenes ejecutivas de hoy están orientadas a lo siguiente:
Crear un grupo especial para la reunificación de familias. El presidente Biden cree que las familias deben estar juntas. Ha manifestado claramente que una de las máximas prioridades es revertir las políticas inmigratorias del gobierno de Trump que separaron a miles de familias en la frontera. Un aspecto clave de este esfuerzo es la conformación de un grupo especial para reunificar a las familias que siguen estando separadas. Este grupo especial trabajará en todas las áreas del gobierno estadounidense, con actores clave y representantes de las familias afectadas, como así también con socios en todo el hemisferio, para encontrar a padres e hijos que fueron separados por el gobierno de Trump. El grupo especial formulará recomendaciones al presidente y a organismos federales con respecto a los pasos que pueden dar para reunificar a las familias. Asimismo, el grupo especial presentará informes periódicos al presidente y recomendará medidas orientadas a evitar que esas tragedias vuelvan a ocurrir. Esta orden también revoca la orden ejecutiva del gobierno de Trump por el cual se procuró justificar la separación de los hijos de sus padres.
Formular una estrategia para abordar la migración irregular en la frontera sur y crear un sistema de asilo compasivo. Las políticas del gobierno de Trump en la frontera han provocado una situación de caos, crueldad y confusión. Estas políticas han socavado la seguridad de nuestras comunidades, penalizado a los solicitantes de asilo que huyen de contextos de violencia y desestabilizado la seguridad en el Hemisferio Occidental. Hoy, el gobierno de Biden-Harris empezará a desactivar las políticas más perniciosas que adoptó el gobierno anterior, al tiempo que se toman medidas eficaces para gestionar la migración en la región.
En concreto, el gobierno de Biden-Harris empezará a implementar un plan tripartito integral para lograr una migración segura, lícita y ordenada en la región. En primer lugar, el Gobierno analizará las causas que subyacen a la migración a través de una estrategia para confrontar la inestabilidad, la violencia y la inseguridad económica que actualmente impulsan a los migrantes a irse de su país. En segundo lugar, el Gobierno se propone colaborar con socios regionales, incluidos gobiernos extranjeros, organizaciones internacionales y organizaciones sin fines de lucro para reforzar la capacidad de otros países de brindar protección y oportunidades a los solicitantes de asilo y a los migrantes en puntos más próximos a su lugar de origen. Por último, el Gobierno se cerciorará de que los refugiados y solicitantes de asilo centroamericanos tengan acceso a vías legales hacia Estados Unidos. El Secretario de Seguridad Nacional también ha asumido la tarea de revisar el programa de Protocolos de Protección de Migrantes (PPM). La situación en la frontera no se transformará de un momento a otro, en gran parte debido al daño que se causó en los últimos cuatro años. Sin embargo, el presidente está decidido a adoptar un enfoque que mantenga la seguridad, fortaleza y prosperidad de nuestro país, y que también sea acorde con nuestros valores. A través de esta Orden Ejecutiva, también se instruyen una serie de acciones para restablecer el sistema de asilo de EE.UU., entre otras cosas, al rescindir y ordenar que se revisen institucionalmente una variedad de proclamaciones, normas y documentos de orientación del gobierno de Trump que han significado, en la práctica, el cierre de la frontera de EE.UU. a los solicitantes de asilo.
Restablecer la fe en nuestro sistema de inmigración legal y promover la integración de los nuevos estadounidenses. El presidente Biden cree que los inmigrantes son una parte esencial de quienes somos como nación y resultan críticos para las aspiraciones que albergamos con respecto al futuro. El gobierno anterior promulgó cientos de políticas que contravienen nuestra historia y socavan el espíritu estadounidense como tierra de oportunidades, que está abierta y recibe con beneplácito a todas las personas que vienen aquí en busca de protección y oportunidades. Esta Orden Ejecutiva asigna un rol más preponderante a la Casa Blanca en la coordinación de la estrategia del gobierno federal para promover la integración e inclusión de los inmigrantes, que comprende el restablecimiento de un Grupo Especial sobre Nuevos Estadounidenses, y medidas orientas a que nuestro sistema para la inmigración legal funcione de manera justa y eficiente. La Orden Ejecutiva exige que los organismos realicen un análisis descendiente de las reglamentaciones, políticas y orientaciones recientes que han interpuesto obstáculos a nuestro sistema de inmigración legal. Asimismo, deja sin efecto el memorándum del presidente Trump que exigió que los patrocinantes familiares devuelvan los fondos al gobierno si sus familiares reciben beneficios públicos, ordena a los organismos que revisen la norma sobre carga pública y otras políticas conexas, y optimiza el proceso de naturalización.