Cerramos la etapa del institucionalismo neoliberal, considera Monreal
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de diciembre de 2016.- Contrario a lo que analistas advierten de un indicador en rojo sobre la deuda pública de México, el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña, aseguró que esta es manejable y administrable.
En el marco del foro Perspectivas Económicas 2017 organizado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), en Guadalajara, Jalisco, el responsable de la recaudación tributaria, administración y fiscalización de recursos del gasto público afirmó que muestra de ello es la madurez promedio de la deuda externa en México que es de 21 años.
Esto quiere decir que “es relativamente poco sensible a cambios en la tasa de interés y, sí por su nivel al tipo de cambio, pero menos a otras estructuras que hemos tenido en el pasado.”
Hasta el segundo trimestre de este año la deuda pública de México ascendía a 8.7 billones de pesos, equivalente al 45.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Meade dijo este lunes que “es una deuda bien gestionada, con buenas características, con un nivel que es claramente manejable y administrable comparado con nuestra región, comparado con la OCDE”.
Sin embargo, sería deseable, que se estabilice y que empiece a bajar; “eso es lo que vamos a buscar”, aseveró el titular de Hacienda acompañado del gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens Carsten, y el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), José Antonio Gonzales Anaya.
Respecto al estrés de los mercados internacionales, el Secretario de Hacienda sostuvo que los fundamentos de la economía mexicana le permiten al país contar con el anclaje necesario para enfrentar el entorno de incertidumbre mundial.
En este entorno difícil, explicó en el que se toman las decisiones, es reconfortante revisar que entre estos fundamentos se encuentran la relación económica y comercial con Estados Unidos, además de las reformas estructurales llevadas a cabo en México y que estarán ahí para el largo plazo.
“México puede, frente a la incertidumbre que se tiene por delante, hablar de energía, telecomunicaciones, asociaciones público privadas y encontrar en ellas y en el resto de las reformas estructurales, un mejor elemento de anclaje”, reiteró el responsable de las finanzas públicas del país.