Envía Frida Sofía mensaje en torno a la muerte de su abuela, Silvia Pinal
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de junio (Quadratín México).- El lunes próximo se cumplen 68 años de la muerte de la reconocida Reina de la Canción Mexicana, Lucha Reyes, y por lo tanto se celebrará una ceremonia en su honor y se colocará una placa conmemorativa en la calle donde está la casa que habitó en esta capital.
La familia de la artista, recordada por sus temas “El herradero”, “Mujer ladina” y “Una carta al cielo”, “Guadalajara”, La tequilera” y “La Panchita”, entre muchas otras, encabezará el tributo y señaló que pretenden realizar el evento una vez al año en adelante.
A partir de 1928, Lucha Reyes, quien nació el 23 de mayo de 1906 en Guadalajara, Jalisco, en el seno de una familia encabezada por Miguel Ángel Flores y Victoria Aceves, emprendió una carrera como solista en el género vernáculo.
Un año después inició su mejor etapa como artista, creando un estilo personal y logrando sonados éxitos como los ya citados, además de “¡Ay Jalisco no te rajes!”, “El corrido de Chihuahua”, “Traigo un amor”, “Juan Colorado”, “El castigador”, “Rayando el sol” y “Caminito de Contreras”.
María de la Luz Flores Aceves, su nombre real, vivió su infancia en medio de la estrechez económica que propició la interrupción de sus estudios; sin embargo, sus escasos conocimientos escolares fueron suficientes para aprender la letra de los corridos revolucionarios y comenzar a interpretarlos desde los 13 años.
Con esta actividad ganaba algún dinero para ayudar a su familia, mientras que empezaba a relacionarse con artistas y figuras de la época, entre los que destacaban Amelia Wilhelmy, José Limón y los hermanos Acevedo.
Tiempo después Lucha viajó con una caravana artística a Los Ángeles, California (Estados Unidos), donde fue recibida con alborozo por los miles de compatriotas que residían en esa ciudad estadunidense. Se presentó haciendo dueto con la cantante mexicana Nancy Torres y el éxito fue tal que se quedó a vivir allí un largo tiempo.
En 1930, el empresario Frank Founce la contrató para varios conciertos en el escenario del teatro Million Dollar, de Los Ángeles.
De regreso a México fue contratada para actuar en los teatros Iris y Lírico de la capital mexicana, lugar en el que conoció al empresario José Campillo, con quien formó un grupo musical que años después abandonó.
La incursión de Lucha Reyes al género ranchero se dio a partir de su relación sentimental con Silvestre Revueltas, gracias a quien entró a la XEW en 1930.
Luego de sufrir una enfermedad que afectó sus cuerdas vocales, Reyes adquirió en su voz un tono de contralto enronquecido y bronco, apropiado para interpretar la música ranchera acompañada de mariachi, tal fue el caso del éxito “Guadalajara”, de José Guízar.
El impacto producido por su aparición fue inimaginable, pues el público no había visto nunca a una mujer interpretando este tipo de música, que era enriquecida por la voz desgarrada de la cantante.
“Pa” qué me sirve la vida”, “Entre copa y copa”, “Cartas marcadas” y “Rayando el sol”, son sólo algunas de las letras que en la voz de Lucha cobraron fama.
En 1934 Lucha contrajo matrimonio con el agente artístico Félix Martín Cervantes y años después, en 1938, intervino en la primera de sus películas, “Canción del alma”, dirigida por Chano Urueta, al lado de Vilma Vidal, Rafael Falcón y Domingo Soler.
A este filme siguieron “La tierra del mariachi” (1938), “Con los dorados de Villa” (1939), “El zorro de Jalisco”, “¡Ay Jalisco, no te rajes!” (1941), “¡Qué rechulo es mi Tarzán!” (1942) y “Flor Silvestre” (1943).
De temperamento apasionado, Lucha comenzó a beber de manera incontrolada a consecuencia del abandono de su marido, quien fue el gran amor de su vida y la dejó por irse con otra mujer.
Tras ello, la inconfundible presencia y voz de Lucha Reyes se apagó la noche del 24 de junio de 1944, a consecuencia de la letal combinación de tequila y barbitúricos. Sus restos reposan desde entonces en el Lote de Actores del Panteón Dolores, de la Ciudad de México.
QMex/NTX/oab