Abanico
Cuando circulamos en bicicleta o en coche por Paseo de la Reforma y vemos las inmensas moles que se construyen, o cuando estamos en la cocina o lavando la ropa, rara vez nos preguntamos el origen de la materia prima de los productos que usamos.
Resulta que tanto los grandes edificios, como los coches o las bicicletas, o los sartenes, las estufas las lavadoras, están hechos de acero o tienen alma de acero, pero el acero que utilizan las empresas para fabricarlos representa un subsidio que los mexicanos otorgamos a Corea, Rusia o China.
Resulta que desde el sexenio pasado el gobierno de Felipe Calderón, a través de la secretaría de Economía de Bruno Ferrari, decidió eliminar todos los aranceles para la importación de acero, privilegiando así a la industria extranjera -en detrimento de la nacional-, a través de un subsidio indirecto que les otorgan las empresas mexicanas al adquirirlo.
Cuando una empresa compra acero de China para hacer un gran edificio no le importa si en su país de origen recibió subsidios y, por lo tanto es sujeto lo que se llama dumping. Lo único que le interesa es que sea barato aunque su calidad sea dudosa. Esto implica de manera indirecta que estamos beneficiando -a veces subsidiando- a trabajadores chinos, a pesar de que los obreros mexicanos de la industria siderúrgica tengan que ser despedidos.
Nada más el año pasado, México aumentó casi 40 por ciento sus importaciones de acero provenientes de países cuya producción implica competencia desleal como Corea (le compramos 788 mil toneladas), China, (470 mil toneladas) o Rusia (449 mil toneladas).
Por eso, hay una crisis tal en la industria siderúrgica que 720 mil empleos directos e indirectos están en riesgo. Pero eso sí, nuestro país ostenta el deshonroso primer lugar como único país del mundo que no cobra aranceles para la importación de acero en el mundo.
Lamentablemente durante el sexenio de Felipe Calderón, la idea del secretario de Economía parecía ser acabar con la industria nacional e hizo todo lo posible para lograrlo. Ahora, con Enrique Peña Nieto como presidente y con Ildefonso Guajardo como secretario de Economía, es tiempo de corregir los errores, pues de lo contrario, con nuestro desarrollo estaremos subsidiando indirectamente a trabajadores extranjeros, mientras que el desempleo de los mexicanos sigue creciendo. Como dice el filósofo del metro: masiosare un acero enemigo.
¿Desliz de Ramírez Marín?
El secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Jorge Carlos Ramírez Marín, o tiene muy clara la intención del gobierno en materia agraria o cometió un desliz que valdría la pena aclarar.
Textualmente un comunicado de prensa señala que Ramírez Marín “consideró que es momento de que el sacrificio del sector rural beneficie a las ciudades para tener orden, servicios y empleo de calidad”.
Más adelante el comunicado explica que las luchas por la tierra no deben quedar estériles y los campesinos no deben seguir siendo pobres. Incluso señala que “la mejor justicia que puede otorgarse al campo mexicano es hacerlo productivo, rentable y sustentable”.
Según el texto, Ramírez Marín tomó la protesta a siete nuevos delegados de la Procuraduría Agraria, cuyo titular es Cruz López Aguilar, y ahí dijo que hay que devolver a la procuraduría su función original, que es estar del lado de los ejidatarios, contribuir al desarrollo agrario, territorial y ahora de la vivienda, porque ese es el diseño integral con el que empieza la Sedatu.
También señaló que solo los que no conocen a México se les olvida que la tierra es el eje de los movimientos sociales, representa el cambio, por lo que no atender el valor de la tierra significa olvidar esa historia y empeñar el futuro de los campesinos.
En términos generales todo está muy bien: hay que ordenar la tierra, dar más valor a los predios campesinos y alinear un mercado que está, por decir lo menos, de cabeza. Pero eso de que es momento de que “el sacrificio del sector rural beneficie a las ciudades para tener orden, servicios y empleo de calidad”, realmente suena a más sacrificio para los ya sacrificados.
Por cierto que BBVA-Bancomer ya comenzó a poner en duda algunos programas de la Sedatu, pues cuestiona si el programa de garantías a la construcción es lo que se necesita.
Tianguis
Parece ser que la mano de Emilio Lozoya en Petróleos Mexicanos ya comenzó a mostrarse, a través de datos positivos. En enero, la paraestatal tuvo un saldo positivo de dos mil 806 millones de dólares en su flujo de efectivo. Quizá lo más importante es que las importaciones de refinados, petroquímicos y gas se situaron en mil 862 millones de dólares, con un descenso de 23 por ciento con respecto al mismo mes de 2012. Esta caída de compras externas da una mayor fortaleza a Pemex, cuyas exportaciones crecieron 29 por ciento en el mismo lapso. En cuanto a petrolíferos (combustóleo, gasolinas, diesel y otros), las importaciones fueron de mil 712 millones de dólares, cifra 26 por ciento inferior al año anterior. Maricarmen Basurto, presidenta de la Asociación Mexicana de Recintos Feriales presentó un estudio sobre el valor del turismo de reuniones en México, en el que indicó que este segmento genera ventas por 3 mil 400 millones de dólares anuales y genera 151 mil empleos. La empresa Eurocopter anunció la colocación de un pedido de helicóptero EC135 adicional destinado al servicio de las plataformas marinas del sector petrolífero y de gas, con lo que reforzó su presencia en el Golfo de México. Apoyo Logístico Aéreo la empresa que hizo el pedido, proyecta ampliar su flota de EC135 utilizada para vuelos a las plataformas marinas petrolíferas y de gas del Golfo de México. “Eurocopter y Apoyo Logístico Aéreo comparten los mismos valores: adelantarse a las necesidades del mercado, ofrecer excelencia en el servicio operacional y lograr un alto grado de satisfacción de los clientes. Todo eso al tiempo que cumplen con las más exigentes normas de calidad y seguridad, a costes optimizados”, dijo Serge Durand, delegado general de Eurocopter de México, filial de Eurocopter en la región.. Interesante el análisis que hace Banamex acerca del mercado interno. Concretamente expresa cierta preocupación de los inversionistas de que el consumo en México este decaído, como lo muestran los resultados de algunas empresas. De hecho, las ventas del sector de consumo básico fueron tres por ciento menores al consenso y las de telecomunicaciones ocho por ciento inferiores. La explicación que da Banamex es que la estacionalidad haya cambiado o que es posible que los consumidores hayan madurado y que hayan decidido no aumentar la deuda. “Antes de opinar sobre la fortaleza del consumo, esperaremos a recibir más datos económicos”, dice Banamex. Pero sí hay ya una preocupación sobre los malos datos.
QMX/rfv