Doble rasero del populismo: Trump, AMLO y la manipulación de los nombres
En mi columna de ayer explicaba que la agflación –inflación de productos agroalimentarios- en México había sido una de las más altas del mundo y el peligro que subyace acerca de que los precios altos se mantengan durante mucho tiempo.
Este jueves, Abdolreza Abbassian, economista de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por su sigla en inglés), reconoció que los precios de los alimentos permanecerían en niveles altos en el 2013.
Sin embargo, consideró que, de no haber graves condiciones climatológicas que afecten los cultivos, la situación será más tranquila que durante el año pasado, cuando se desencadenó una fuerte crisis alimentaria.
“Los precios son altos y permanecerán elevados en 2013 y 2014″, dijo Abdolreza Abbassian, pero añadió que “podríamos tener un año en el que la situación sea un poco más tranquila, asumiendo que tengamos un clima normal”.
Las palabras del especialista de la FAO podrían significar un respiro para México, porque podría importar alimentos un poco más baratos, pero la gravedad del problema alimentario continúa.
Precisamente por eso es importante la marcha campesina que llegó a la capital, tras recorrer cerca de 900 kilómetros desde Villahermosa, Tabasco. Se trata de “la Caravana Campesina del Sur”, integrada por alrededor de mil campesinos de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas.
Ya se reunieron con algunos funcionarios de la Secretaría de Gobernación y externaron el motivo de su rebeldía: los campesinos no fueron consultados ni incluidos en la definición de los 95 temas del Pacto por México y tampoco fueran convocados para la reciente celebración agraria, el domingo pasado, en Veracruz, acto encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto.
Es más ni siquiera están incluidos en la Cruzada contra el hambre a la que convocó el primer día de su gobierno el actual presidente. Se trata, pues, de rebeldes con causa y con una causa muy profunda si se toma en cuenta que precisamente uno de los grandes temas a nivel mundial es el encarecimiento de los alimentos.
Ojalá el supersecretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong –quien conoce bien el problema agropecuario- tenga la facultad para promover ante Enrique Peña Nieto una salida real para la producción alimenticia, pues actualmente existe una indefinición en cuanto a la prioridad de este sector. ¿Depende de Luis Videgaray o de Osorio Chong? La respuesta es urgente. Como dice el filósofo del metro: comer sigue siendo una necesidad no una costumbre burguesa que tiende a desaparecer.
Tierras y crédito baratos
En una entrevista con el diario Reforma, el secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Jorge Carlos Ramírez Marín, puso a debate una situación que parecería trivial, pero su trascendencia va más allá de las simples palabras:
“Qué paradójico: el Gobierno pretende proteger la propiedad social y el derecho de los ejidatarios sobre ésta, pero los empresarios compran tierra barata porque ése es el mejor negocio, comprar tierra barata y hacer casas encima, y el que le da el crédito para las casas es el Gobierno”.
Si se atiende a esta reflexión, el verdadero culpable del caos entre lo rural y lo urbano es precisamente el gobierno y concretamente los organismos financiadotes de vivienda como el Infonavit y el Fovissste, que apoyan el despojo de tierras agrícolas para convertirlas en multifamiliares.
Por eso, el funcionario consideró que el mayor reto para la nueva dependencia recién creada es poner orden, para que quede especificado el uso de la tierra. Es decir que se tiene que definir cuál es la tierra productiva, cuál es para desarrollo habitacional y qué necesidades tienen de infraestructura, transporte y convivencia.
Concretamente el funcionario dijo que hay que eliminar la que ha existido tradicionalmente entre el campo y la ciudad, “entre el interés de los ejidatarios y el interés de los desarrolladores de vivienda”.
La tarea es difícil y el gobierno debe definir de qué lado está. Ojalá haya un fiel de la balanza y no un infiel cargado hacia una parte.
Tianguis
Miles de mexicanos firmaron ya la carta para impedir que Felipe Calderón llegue a Harvard. A mí en lo personal me la envío mi amigo –ahora cancunense- Fernando Meraz. La explicación que se da de porque no debe acudir como catedrático a la universidad estadounidense es muy sencilla: porque disparó la Deuda Pública en un 122%, según la Secretaría de Hacienda; porque sumó 7.3 millones de pobres, según el Conejal; porque tiró a México 33 lugares en el Índice de Corrupción, según Transparencia Internacional; porque México es el último lugar en calidad educativa, según la OCDE y porque su fallida guerra dejó más de 100 mil muertos y 25 mil desaparecidos… Pasando a temas más económicos, el INEGI dio a conocer este jueves el Índice de Confianza del Consumidor correspondiente a diciembre, el primer mes de gobierno de Enrique Peña Nieto. Según el índice, elaborado por el INEGI y el Banco de México hay un incremento mensual de 2.35 por ciento en la confianza, con cifras ajustadas por estacionalidad. En términos generales el indicador se ubicó en 99 puntos –en 2003 fue de 100 y de ahí se parte para la elaboración del documento. Es una de las mejores cifras de años recientes, con un nivel nueve por ciento superior al de diciembre de 2011. Sin embargo, aún está lejos de alcanzar la credibilidad económica que había en 2007, cuando el índice se ubicaba en más de 105 puntos…. Otra noticia interesante es que la industria automotriz reportó que 2012 fue uno de los mejores años de la historia, al reportar aumentos en producción, exportación y ventas de vehículos, de hasta dos dígitos, según la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automóviles. El menor crecimiento fue en las ventas internas que sólo avanzaron 9.0 por ciento… Finalmente se concretó la compra de Afore XXI, por parte de Grupo Financiero Banorte. De hecho, Banorte ya realizó un pago a BBVA de 1,735 millones de dólares, de los cuales 1,600 millones corresponden al precio pagado por Afore XXI Banorte y 135 millones de dólares, al capital excedente de Afore Bancomer. La operación fue sustentada por Banco Mercantil del Norte que aportó un 50 por ciento del monto y el IMSS, que colaboró con el 50 por ciento restante. Con esto, Banorte se convirtió en la principal Afore en México, con recursos administrados por 522 mil millones de pesos y casi 12 millones de cuentas de trabajadores.
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